La Vanguardia

‘Bajo la luz de la luna’

- Maria Fernández Vidal

Según los patrones de conducta del desamor, cuando uno tiene el corazón roto, puede intentar pegar los trocitos y reponerse o bien recrearse en el dolor. Me decanto por la segunda opción y escojo una balada de rock –consciente de que los rockanrole­ros más duros escriben las baladas más conmovedor­as– para hacer terapia sobre el desengaño amoroso que he tenido con el rebelde Arthur Melo.

Bajo la luz de la luna me diste tu amor. Cambiamos la luna por el sol de julio del 2018 y ya tenemos el principio de la historia. Un joven brasileño, prometedor, que quiere hacer historia vestido de blaugrana. Me roba el corazón el hecho de que sea centrocamp­ista. Un centrocamp­ista para el Barça. Imposible esquivar esta flecha de Cupido.

Bajo la luz de la luna hicimos el amor. Podría haber sido un amor de verano. Pero, no. Es real, es amor del bueno. No me ha vendido humo, ni discursos de seductor. Se pone las botas, sale al campo y me enamora. Lo veo moverse con la pelota en los pies y me hace creer que nos conocemos de toda la vida, que compartimo­s ADN. Y, por un instante, una noche en Wembley contra el Tottenham, me parece que aún estoy con aquel anterior amor con quien viví unos años de ensueño y que se marchó a Qatar. No quiero comparar, es feo. Estamos en una nube y todo irá bien. Seguro. Aquel tesoro tan nuestro que es el toque en el centro del campo está bien protegido.

Bajo la luz de la luna me dijiste adiós. De hecho, es un adiós sin marcharse del todo.

Ni Arthur era el híbrido perfecto entre Iniesta y Xavi que quise ver ni tampoco es el hombre invisible

Es su segunda temporada y ya ha cambiado. No parece aquel que me enamoró. Le honra haber reconocido conductas erráticas como ir a la fiesta de Neymar en vísperas de un clásico. Error de novato. Para mí, perdonable. Pero no ha quedado ahí la cosa. Desacierto, espesura, lesiones... Y, así, mi amor por él se ha ido disolviend­o como un cubito de hielo en la boca. Ahora firma alguna actuación esperanzad­ora, ahora tiene unas molestias misteriosa­s que lo dejan fuera de unos cuantos partidos... El peor final para una historia de amor: un no final.

Y yo sé que nunca olvidaré que bajo la luz de la luna yo te amé. Me niego a aceptar que esto se ha acabado. Y, tal como también rezan los patrones de conducta del desamor, me he convencido de que volverá. Ni Arthur era el híbrido perfecto entre Iniesta y Xavi que quise ver ni tampoco es el hombre invisible en que se ha convertido. Conservo algunas de las esperanzas que despertó en mí. Ahora, se tiene que poner las pilas para no acabar haciendo honor al tópico del futbolista brasileño del Barça que lo persigue incansable. Pero no puede hacerlo solo. Necesita que las pelotas del Barça pasen inexorable­mente por el centro del campo, que el juego vuelva a bascular en la sala de máquinas blaugrana. Y eso ya no depende de Arthur. Y ahora no entraré porque la composició­n de Los Rebeldes da para lo que da y la canción se acaba.

 ??  ?? A MI RITMO
A MI RITMO

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain