Estado Islámico reivindica el atentado en Kabul que deja 27 víctimas
Al menos 27 personas murieron ayer y otras 55 resultaron heridas en un tiroteo durante la celebración de un evento en Kabul que contaba con la presencia del jefe del Ejecutivo afgano, Abdullah Abdullah, y otras importantes autoridades, que resultaron ilesas.
El tiroteo, reivindicado por Estado Islámico (EI) en su página web, comenzó poco después de las 11 de la mañana, hora local, cuando el presidente del alto consejo para la paz, Karim Khalili, pronunciaba un discurso con motivo del aniversario de la muerte del líder de la comunidad hazara –mayoritariamente chií–, Abdul Ali Mazari, según confirmaron las autoridades afganas.
Los atacantes dispararon desde un edificio cercano en construcción. “Fue un ataque malvado, empezaron a disparar directamente contra el público y el escenario”, afirmó Khalili al canal local Tolo TV, horas después de que las imágenes del inicio del ataque durante su discurso se volvieran virales. La portavoz del Ministerio de Interior, Marwa Amini, aseguró que “todas las autoridades de alto rango fueron evacuadas a salvo del lugar del ataque”.
El presidente afgano, Ashraf Gani, condenó el atentado a través de un mensaje en Twitter, en el que calificó lo ocurrido como un “ataque contra la humanidad y un ataque contra la unidad de Afganistán”. “Hablé con mis hermanos Abdullah Abdullah y Khalili. Se ha pedido a las autoridades sanitarias que ayuden a las víctimas. Las fuerzas de seguridad responderán de manera contundente contra los causantes del ataque”, sentenció.
El grupo yihadista afiliado al Estado Islámico tiene declarada la guerra a la minoría chií del país y estuvo detrás del atentado del año pasado también durante la conmemoración del fallecimiento de Mazari. El ataque de entonces dejó 11 víctimas y poco menos de un centenar de heridos.
El incidente tiene lugar en un momento crucial para la nación afgana, tras la firma de un acuerdo entre Estados Unidos y los talibanes la semana pasada en Doha que se espera que abra el camino a las negociaciones de paz entre los insurgentes y el Gobierno afgano. Sin embargo, se han producido algunos enfrentamientos desde el final del periodo de reducción de la violencia al que los talibanes se habían comprometido como paso previo antes de la firma del acuerdo. La liberación de 5.000 prisioneros talibanes de cárceles afganas se ha convertido en un punto de fricción entre Afganistán y EE.UU.