Casado cierra la polémica con Álvarez de Toledo al darle su apoyo explícito
El líder del PP alaba que la portavoz dé las “batallas ideológicas sin complejos”
Polémica cerrada. Cayetana Álvarez de Toledo tiene el apoyo de Pablo Casado. El PP no tiene nada más que decir. La portavoz del Grupo Popular en el Congreso, en tan sólo una semana, rompió el discurso del PP contra Pablo Iglesias, por “amenazar” a los medios de comunicación, y enturbió lo que pretendía ser un gran anuncio, que el PP estaría en la manifestación del Día Internacional de la Mujer, al decir que ella no acudiría a la convocatoria.
Dos momentos que no hicieron más que sacar a la luz las diferencias que la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, mantiene con una buena parte del partido, y que se ha traducido en enfrentamientos con algunos dirigentes del PP, incluso cercanos a Pablo Casado, como es el caso del secretario general, Teodoro García Egea.
Lo que más le reprochan a Álvarez de Toledo, es que vaya por libre, al margen del partido, creando “polémicas innecesarias” o sacando a la luz diferencias que no benefician a la imagen del partido.
Pero todos ellos saben, y sabían, que Cayetana Álvarez de Toledo es una apuesta personal de Pablo Casado y que no tienen nada que hacer. Lo comprobó ya hace meses el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que criticó ante Casado el nombramiento de la portavoz en el Congreso, con el argumento de que las elecciones se ganan desde el primer día tras la votación y que el nombramiento de Álvarez de Toledo daba un mensaje sobre por donde iba a ir el partido que limitaba el espectro de influencia del PP.
Todos los dirigentes del PP sabían que Álvarez de Toledo contaba con el apoyo de Casado a pesar de que en los enfrentamiento entre ella y Teodoro García Egea, él ha salido ganando. Pero por si había alguna duda, el presidente del PP hizo público ayer su apoyo expreso sin peros y sin ninguna recriminación que hacerle.
Pablo Casado había mantenido silencio sobre las polémicas de esta semana, o como dijo él ayer, “se ponen decibelios donde no los hay”. La prensa, por supuesto, es quien pone esos decibelios en opinión de Casado, quien convierte en polémicas lo que no lo son, aunque desde sectores muy diversos del partido, incluido su núcleo más afín, se hable de Cayetana Álvarez de Toledo como un problema.
Para Casado, sin embargo, no lo es, todo lo contrario. Ayer, durante un acto conmemorativo del Día de la Mujer, donde convocó a unas cien mujeres, entre ellas las protagonistas del vídeo conmemorativo del 8-M, en el que nueve mujeres del PP, desde Isabel Díaz Ayuso o Andrea Levy, a Ana Pastor y Elvira Rodríguez, pasando por Cayetana Álvarez de Toledo, hablan de otras mujeres de los demás partidos. Delante de todas ellas, y sobre todo de las cámaras de televisión, el presidente del PP dejó bien claro su apoyo a la portavoz popular:“a todos los partidos les gustaría tener a
Cayetana de portavoz”, dijo, lo que provocó alguna risa entre los asistentes, mujeres del PP, pero también sin afiliación. Destacó de ella que “siempre ha defendido ser libre, al margen de ser mujer”.
Pero además explicó el por qué de su admiración hacia Cayetana Álvarez de Toledo: “Estoy extremadamente orgulloso de que estemos dando esas batalla ideológicas sin complejos, sin levantar el tono y con el respeto de poder decir lo mismo que ha dicho toda la vida, porque la coherencia en la vida es el mejor pasaporte para la credibilidad”.
Pablo Casado ha querido así cerrar la polémica entre el partido y el grupo parlamentario, dejando claro que mal le pese a algunos, que creen la portavoz no se ajusta a las directrices del partido, sigue contando con su apoyo. El presidente del PP considera que manteniendo voces como la de Álvarez de Toledo cumple con su promesa en el congreso en el que fue elegido de volver a recuperar para el PP a los políticos y a los votantes que en un momento determinado se fueron por sus discrepancias con la línea política de Rajoy.
En el seno del partido no son pocos quienes consideran que la controvertida diputada es un problema