Nuevo rechazo a la publicación de las memorias de Woody Allen
El cineasta consigue publicar sus memorias, que fueron rechazadas tras el movimiento #Metoo
La carta, escrita a máquina por Woody Allen, tiene exactamente 17 años. Fue redactada por el legendario director y guionista en el 2003 cuando Penguin, una de las editoriales más poderosas de Estados Unidos, le ofreció 3 millones de dólares por publicar sus memorias. “Yo quiero mucho dinero por esto. La decisión es vuestra”, decía Allen en esa misiva que le envió a sus agentes y que estos hicieron circular entonces por el mundo editorial en Nueva York como una estrategia de venta.
Finalmente no hubo acuerdo.
Allen, tan exitoso en esos tiempos como escritor que como cineasta, sabía que un libro en que el que contara en tono autobiográfico sus vivencias tendría la misma calurosa recepción que los que había escrito antes. Sin embargo, nadie se animó a superar la oferta de Penguin y el proyecto quedó en suspenso, ya que Allen confiaba que ya llegaría quien le pagara la fortuna que esperaba ganar con el libro. Pero llegó el #Metoo y la carrera de Woody se desmoronó de la noche a la mañana. En el 2018, su agente John Burnham, que ha trabajado con él durante las últimas tres décadas, salió a ofrecer un manuscrito con las memorias en el mismo mercado editorial al que había despreciado 15 años antes. Pero en esa ocasión fueron muchos los que ni siquiera se tomaron el trabajo de leerlo, conscientes de que publicarlo generaría controversia. Quienes sí se reunieron con él ni siquiera hicieron una oferta.
Por eso fue grande la sorpresa cuando, días atrás, una subsidiaria de Hachette, Grand Central Publishing, anunció que el 7 de abril publicará el libro, Apropos of Nothing, lo cual de inmediato generó una enérgica reacción por parte del periodista Ronan Farrow, hijo biológico de Allen y su principal denunciante, quien el año pasado publicó Catch and Kill, un best seller sobre su investigación del caso Harvey Weinstein con otra subsidiaria de esa misma editorial.
Ronan ha apoyado sistemáticamente las denuncias de su hermana Dylan, que sostiene que sufrió abusos en una ocasión por Allen cuando tenía 7 años, algo que el director ha negado con el mismo énfasis a lo largo de una batalla familiar que ya lleva décadas y que en su paso por la justicia estadounidense le ha dado la razón a Woody
Ronan Farrow, hijo del director, se despide de su editorial que es la misma que sacará el libro de su padre
en dos ocasiones. Aun así, el público ha condenado al realizador, lo cual ha convertido al otrora ídolo de de audiencias en un paria. Amazon rompió el contrato por cuatro películas que tenía con él, lo cual generó una demanda multimillonaria por parte de Allen que aún está en los juzgados. El último filme que hizo para esa industria, Un día lluvioso en Nueva York, no encontró quien la quisiera distribuir en Estados Unidos, algo similar a lo que está pasando con su flamante película, Rifkin’s Festival, que busca infructuosamente a una compañía que se atreva a estrenarla.
Poco y nada se sabe sobre lo que dirá el libro, en la misma línea de lo que Allen ha hecho durante años con los estrenos de sus películas. Grand Central se ha limitado a presentarle como “una comprensiva descripción de su vida, tanto en lo personal como en lo profesional, describiendo su trabajo en cine, teatro, televisión, clubs nocturnos y prensa escrita. Allen también escribe sobre sus relaciones
con la familia, sus amigos y los amores en su vida”. Los ejecutivos de Grand Central adquirieron discretamente el libro en marzo del año pasado tras leer el texto definitivo. Curiosamente, a finales de este año, otra editorial, Mcmillan, publicará la primera novela de Dylan, Hush, que ha sido descripta como una fantasía feminista.