El ídolo de todos los niños
Con 14 goles, Isak se ha convertido en un referente en San Sebastián, como ya lo era en su país, Suecia, y en Eritrea, de donde son sus padres
Hace un par de semanas, tres escuelas visitaron las instalaciones de Zubieta para seguir de cerca un día de entrenamiento de la Real Sociedad. Cuando eso sucede, los jugadores locales son siempre los más solicitados. El capitán Oyarzabal, Mikel Merino, Zubeldia o Zaldua deberían ser las estrellas como antes lo fueron Illarra, Iñigo Martínez, Agirretxe, Xabi Prieto o Griezmann. Todo transcurría según lo esperado hasta que apareció en escena Alexander Isak (Solna, 21/IX/1999). “Los niños se volvieron locos”, cuentan los allí presentes. “Hubo carreras y hasta empujones por saludarle, chocar los cinco, por hacerse fotos con él o tener su autógrafo”.
El mismo fenómeno ocurre en Suecia, donde es el futbolista más joven en marcar con la selección, con 17 años y tres meses. Pero también se ha dado baños de masas en encuentros con juventudes en Asmara, Eritrea, país que visitó hace dos veranos (habla el tigriña) y de donde sus padres huyeron por la guerra civil.
En muy poco tiempo, el delantero sueco, que sólo fue dos veces titular antes de diciembre, se ha convertido en el ídolo de la afición, sobre todo de los más pequeños, que quedaron prendados de un jugador capaz de marcar dos goles y que le anulasen un tercero en el Bernabeu, casi sin inmutarse. También le anotó al Barça. Contra el Osasuna celebró un gol tumbándose como si estuviese en la arena de la playa de La Concha. Y decidió el último derbi vasco. Todo con 20 años.
La Real se movió rápido en verano. Aprovechando el España-suecia del 10 de junio en Madrid lo ató. Cuando se conoció el acuerdo, el periodista Axel Torres envió una mensaje a la secretaria técnica txuri urdin. “¿Por sólo 6,5 millones? Pensaba que estaba para ir a un equipo Champions. Enhorabuena”.
“Yo apenas le conocía y le pregunté a Pol Llonch, que había jugado con él en el Willem II,”, reconoce Mikel Recalde, del Noticias de Guipuzkoa. “Le puse como referencia a Borja Mayoral, que era otro nombre que había salido”, explica.
–No me compares. Es otro nivel. Un jugadorazo– le dijo el medio catalán.
Al equipo de Tillburg llegó cedido en enero del 2019. Empezó a marcar goles y no paró: 14 dianas en 18 encuentros, alguno muy importante como el que metió al Willem II en la final de la Copa. Una vez allí, el Ajax de De Jong no les dio opción. Pero Isak se volvió a sentir importante. Como cuando en el 2016 se permitió el lujo de decirle no al Madrid. Eligió el Borussia, que pagó 8,5 millones.
Llegó a Dortmund en una época de cambios. Tuvo tres entrenadores y compitió con Dembélé, Aubameyang, Yarmolenko, Schürrle, Philipp, Pulisic o Kagawa. Ninguno sigue en el club. Eso basta para hacerse una idea de que el hábitat no era el mejor para un adolescente. Apenas jugó 13 partidos y sólo marcó un gol (al Magdeburgo). Pese a la falta de oportunidades, no se le olvidó jugar. Lo demostró en Holanda y en la Real.
“En el último amistoso de pretemporada, contra el Tolosa, robó un balón en su campo, arrancó con potencia y la colocó con la zurda a la red”, se asombra Recalde. “Domina las dos piernas, es técnico y rápido”. Ya lleva 14 goles.
Si Odegaard se llevó los elogios en la primera mitad, Isak esperó su momento. El noruego y el sueco son íntimos. Viven en la zona de Hospitales. Y se juntan con Januzaj, que les grabó tocando el piano y les bautizó los nuevos Mozart y Bach.
Cuando debutó (con gol) en el AIK Solna con 16 años, por su altura (1,92 metros), se desató la comparación con Ibrahimovic. “Curiosamente, le falta remate de cabeza”, dicen en Anoeta. Pero Isak tiene otros referentes, como Henok Goitom, delantero espigado que jugó en el Murcia, Valladolid, Almería y Getafe, y que como él tiene orígenes de Eritrea. De hecho, los padres de Isak son buenos amigos de Goitom. El progenitor es profesor. Nada que ver con Ibra, que creció en un entorno complicado en Rosengard (Malmö). A su misma edad, Zlatan justo debutaba en el Ajax. En cambio, Isak ya ha jugado en tres de las grandes ligas europeas: Bundesliga, Eredivisie y la Liga. “Y nunca presume”. Si Ibra fue un trotamundos, el chaval quiere echar raíces en Donosti, donde tiene una cláusula de 70 millones. Por 30, el Borussia lo puede recomprar en el 2021 pero él tiene que dar el visto bueno. “Dortmund es pasado. San Sebastián es el futuro”.
COMPARACIÓN INCOMPARABLE
Su infancia no tuvo nada que ver con la de Ibra; a su edad, Zlatan debutó en el Ajax, y él ha jugado en Alemania, Holanda y España