El Barça no tiene piedad del Granollers
Los blaugrana avasallan con su velocidad y jugarán la semifinal contra el Ademar
El Barça no tuvo piedad del Fraikin Granollers para alcanzar la semifinal de la Copa del Rey, camino de su pretendido séptimo título consecutivo. Los blaugrana se enfrentarán hoy (20.45 h) por un puesto en la final al Ademar León, que venció al Logroño por 29-26.
El equipo vallesano, el último que fue capaz de derrotar en competición española al imperio blaugrana hace dos años en la Liga Asobal, esta vez sucumbió a la velocidad y al amplio repertorio del conjunto de Xavi Pascual. Los barcelonistas están en otra dimensión. Y el plan de Granollers, “buscar un marcador bajo, con posesiones largas, que no puedan sacar el contragolpe, e ir parcial a parcial intentando que no se vayan nunca en el partido” –como explicaba Ian Tarrafeta–, resultó una quimera. Sólo teoría y buenas intenciones.
La cordialidad que exhibían jugando a cartas en el hotel el capitán vallesano Marc Garcia con los blaugrana Andersson, Ariño y Gonzalo quedaba pronto en el olvido. El Barça no se reservó nada, sabedor de la intensidad y motivación que le pone su rival histórico, y salió a resolver por la vía rápida. Con velocidad y una defensa muy atenta alcanzó un primer estirón de +3 (5-2) con Ariño de estilete, y en un segundo acelerón, a la contra, se fue al +5 (9-4, a los 10m), con un Ludo Fàbregas estelar.
Esa primera desventaja contundente obligó a Antonio Rama a pedir tiempo para frenar el desaguisado. El +4 del 11-7 fue un espejismo, porque los ataques del Barça, incluso en los saques de centro, son vertiginosos, las transiciones se hacen a velocidad de récord de 40 metros, y así resulta imposible frenar la maquinaria blaugrana. Entre las contras de Aleix y los misiles de Mem el Barça se disparó a un contundente +10 (19-9) antes de llegar al descanso con otra contra de un descomunal Fàbregas, que acabaría siendo MVP del partido.
Tras pasar por vestuarios, el Barça cogió aire y retomó el rodillo que ya tenía caliente. Rama intentaba taponar la hemorragia cambiando de portero, con Pol Sastre, y dando entrada al joven central Jan Gurri (18 años), pero al Barça le daba igual y se iba a un +12 (28-16) con la misma velocidad de vértigo y con un baile de cambios, gracias a su inacabable fondo de armario, que le permitía mantener un nivel y una intensidad altísima. El festival blaugrana llegaba al +13 de Víctor Tomàs y Dolenec (30-17, 31-18).
Pero el Barça, sin compasión alguna, no levantó el pie del acelerador y llegó a irse a una máxima renta de +18 (38-20 de Aleix Gómez). Al Granollers la segunda parte se le hizo interminable. Sólo esperaba la campana final para que el baño no fuese histórico.
“No hemos tenido ninguna opción, han demostrado a qué venían; espero que se vaya olvidando aquel partido que una vez les ganamos y seamos realistas y veamos lo que hay, es un equipo que no da margen a nadie”, se rendía Antonio Rama. Por su parte, Xavi Pascual aplaudía la “profesionalidad, seriedad y ganas de ganar” de su equipo, “para sentirse orgulloso de su compromiso y su respeto al rival”.
Barça: P. de Vargas, Aleix (5), Mem (4), Fàbregas (5), Petrus, Pálmarsson (2), Ariño (5); Cindric (1), V. Tomàs (2), Sorhaindo (1), Andersson (1), À. Pascual (4), Dolenec (3, 2p), Entrerríos (6), N’guessan.
Fraikin Granollers: Guàrdia, Gassama (3), Dos Santos (2), Tarrafeta (3), Nenadic (4), Martínez (2), Figueras (5, 4p); S. Franco (1), Bonanno, Márquez (4), García, Gurri, Popovic (3), Pérez, Sastre (ps).
Árbitros: García Mosquera y Rodríguez Rodríguez (Andalucía). Excluyeron a V. Tomàs, Petrus, Mem; y a Bonanno.
Parciales: 5-2, 9-4, 12-7, 15-8, 19-9, 21-13 (descanso); 25-16, 28-17, 34-19, 36-20, 40-24, 42-27.
Pista: Caja Mágica, Madrid. Unos 4.000 espectadores.