Europa se dispone a cerrar las fronteras durante 30 días
La medida, que se discute hoy, engloba a treinta países, mientras España empezó la pasada noche a aplicar la restricción fronteriza por vía terrestre
Convertida en epicentro del coronavirus y con el número de infecciones aumentando de forma alarmante, la Unión Europea recurre al cierre de sus fronteras como medida extrema para intentar frenar la expansión de la pandemia. “Cuanto menos se viaje, más se podrá contener el virus”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, sintetizando el objetivo de la propuesta que formuló ayer y que esta tarde deben de aprobar los jefes de gobierno en una nueva videoconferencia.
Lo que se plantea es un cierre temporal, que en principio durará 30 días, pero prorrogable cuanto sea necesario; un período en el cual se prohíbe la entrada en la Unión Europea de pasajeros de países terceros, exceptuando algunos casos. Básicamente, podrán entrar, además por supuesto de los ciudadanos de la UE, los residentes en este territorio, los miembros de una familia de residentes europeos, los diplomáticos y también “personal esencial como los médicos, enfermeras, investigadores, y expertos que contribuyen a la lucha contra el coronavirus”, en palabras de Von der Leyen.
“Se trata de conseguir que nuestros sistemas de salud tengan la capacidad de prepararse para lo que nos espera”, dijo la presidenta de la comisión. Y por ello, se busca limitar al máximo la llegada de personas de fuera.
La medida engloba 30 países, los 27 de la UE excepto Irlanda, y sumando los países Schengen que no forman parte de la Unión, Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein. Los ciudadanos británicos tendrán libre entrada, dado que su país, en la práctica sigue perteneciendo a la Unión Europea.
Antes de anunciar la iniciativa, Von der Leyen y el presidente del
Consejo Europeo, Charles Michel, informaron al G-7 a través de una videoconferencia, y según fuentes europeas, no hubo ninguna reacción negativa al anuncio. A diferencia de la Administración norteamericana cuando activó el veto a los viajes de Europa, la UE ha informado primero y lo aplicará después. Otra diferencia es que no afecta a una zona geográfica determinada, a los países considerados de riesgo, como era la idea inicial, sino globalmente, y se detallan las excepciones en función de las personas o de su capacitación.
La filosofía de la medida es que las mercancías viajen rápido, pero que se filtre a las personas, por el riesgo que supone la llegada de ciudadanos infectados, con lo que implica de expansión del virus y de presión sobre los sistemas sanitarios. Es una propuesta madurada durante el fin de semana, con Von der Leyen trabajando los detalles técnicos y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, sondeando a los diferentes países. Llega también después de la fuerte presión realizada por el presidente francés, Emmanuel Macron, para reforzar las fronteras exteriores de la UE. “Esta crisis es grave y será larga”, subrayó, con un punto de dramatismo, Michel.
Al mismo tiempo que se cierra la frontera externa de la UE, también se intenta agilizar la circulación interna, especialmente la de mercancías, porque hay temor a que los controles internos que 8 países han instalado pueden frenar la libre circulación de productos
“Tenemos que proteger a la gente de la expansión del virus, y al mismo tiempo, asegurarnos de mantener la circulación de mercancías. Por eso proponemos los carriles verdes, carriles rápidos, para dar prioridad al transporte de mercancías, como productos médicos, perecederos y especialmente alimentos y servicios de emergencia”, dijo Von der Leyen.
Los países de la UE que ya están llevado a cabo este cierre de fronteras internas son Alemania, Austria, Polonia, República Checa, Lituania, Hungría y Dinamarca, a los que hoy se ha sumado España. La Comisión Europea acepta los hechos consumados porque los países miembro están en su derecho, pero pide que se haga de forma que no interrumpan el tráfico de mercancías, que no se acabe bloqueando el mercado único. El temor en Bruselas es que se acabe agrietando no sólo Schengen, sino el propio mercado único, una de las esencias de la Unión Europea.
URSULA VON DER LEYEN “Cuanta menos gente viaje, más se podrá contener el virus”, dice la presidenta de la CE
EXCEPCIONES
Podrán entrar ciudadanos de la UE, residentes, médicos e investigadores