Protestas en el CIE y las prisiones por la ausencia de visitas
Desde el pasado fin de semana se están produciendo protestas muy puntuales y de momento poco relevantes en algunas prisiones catalanas y en el Centro de Internamiento de Extranjeros, el CIE de la Zona Franca.
El CIE está en obras desde hace semanas y hace unos días muchos la mayoría de internos fueron trasladados a otros centros. Anoche sólo quedaban una treintena tras la última expulsión de 18 argelinos que con toda seguridad será la última salida mientras dure la pandemia. Los internos que quedan se plantaron el domingo advirtiendo que no iban a comer ante la prohibición de recibir visitas, una situación que se normalizó ayer, según fuentes del Ministerio de Interior. Un conjunto de organizaciones que trabaja en favor del cierre de los CIE reclamó ayer que los internos fueran liberados ante el riesgo de seguir encerrados cuando no hay opciones de que sean expulsados durante la crisis sanitaria.
En las cárceles hasta ayer al mediodía todavía se habían autorizado alguna comunicación ordinaria en locutorios. Pero anoche la Conselleria de Justícia envió una circular prohibiendo todo tipo de comunicación, lo que supone un endurecimiento del régimen de los internos que el fin de semana se tradujo en protestas, concretamente en Brians 1. El conflicto, que no fue a mayores, provocó que al menos cuatro presos fueran trasladados a otros módulos. En Brians 2 permanecen aislados los 105 internos del módulo 13 tras detectarse un positivo de coronavirus.
Los funcionarios de prisiones presionan a través de los sindicatos para que se les autorice trabajar con máscaras y guantes ante la negativa de la dirección de los centros penitenciarios, que alega que ponen nerviosos a los internos. Un material que denuncian aún no tienen.