México y Brasil también paralizan su fútbol y Bolsonaro se enfada
Pasado mañana se tenían que jugar el Paraná-botafogo y el Vítoria-ceará, partidos de tercera ronda de la Copa de Brasil. No se disputarán. La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) suspendió de forma indefinida todos los torneos que organiza, entre ellos el Brasileirão, que debía empezar el 3 de mayo. Una medida que enfadó al presidente del país, Jair Bolsonaro, partidario de seguir jugando. “Cuando se prohíben partidos de fútbol, entre otras cosas, se cae en la histeria. Y yo no quiero eso”, criticó Bolsonaro. “Cancelar no va a contener el virus”, defendió el político ultraderechista.
Sin embargo, puede pasar que siga habiendo partidos en Brasil ya que los campeonatos estatales, como el Paulista, el Carioca, el Gaucho o el Baiano, no dependen de la CBF. Los futbolistas ya se han manifestado a favor de posponer los torneos. Los jugadores del Gremio saltaron ayer al campo con mascarillas. “Esto no es broma. Mis jugadores no son superhombres”, declaró Jorge Jesus, técnico del Flamengo. “Es el momento de hacer un ejercicio de responsabilidad, no podemos seguir jugando. Estamos corriendo riesgos para la salud de las personas”, apuntó Juanfran Torres, ex del Atético y Espanyol, ahora en el São Paulo.
El domingo también México detuvo su fútbol. De los nueve partidos de la jornada 10 de la Liga MX, dos –los primeros– se disputaron con público. El sábado ya se decretó que los encuentros fuesen a puerta cerrada. El último partido que se disputó fue un derbi, el América-cruz Azul, donde sí que pudo estar en el palco el Tata Martino, seleccionador mexicano.