Las compañías aéreas aplican drásticos ajustes y piden un rescate
El grupo IAG recorta un 75% su actividad y se desploma un 28% en bolsa
El desplome bursátil que sufrieron ayer las acciones de IAG, con unas pérdidas del 28%, es quizá la imagen más palpable de una de las jornadas más aciagas de la historia de las líneas aéreas, con desplomes en todas las aerolíneas cotizadas y múltiples anuncios de recortes de plantilla. Una situación extrema, que llevó ayer a la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), la patronal del sector, a reclamar al Gobierno un rescate para “garantizar la viabilidad futura del sector”.
“Si el Gobierno deja caer al sector turístico y a las compañías aéreas, el impacto económico y en el empleo será preocupante”, subrayó el presidente de ALA, Javier Gándara, quien recordó que el sector turístico emplea al 13% de la población en España. “Necesitamos una acción contundente, un balón de oxígeno, no ya para mitigar la crisis actual del sector, sino para garantizar su viabilidad futura. Estamos en una situación de supervivencia y se necesitan ayudas, no sólo ahora, sino con vistas al futuro para sobrevivir una vez que la situación del Covid-19 pase para volver a volar”, añadió.
Entre esas medidas, desde ALA destacan la necesidad de líneas de créditos rápidos para asegurar liquidez, flexibilización de compromisos fiscales y medidas de flexibilidad laboral. “Todo lo que sea posible para apuntalar la liquidez mientras esta situación de restricciones aéreas se mantenga”.
El castigo del grupo IAG comenzó pocos minutos después de anunciar un recorte del 75% en su actividad para los meses de abril y mayo, y de que confirmara, como habían alertado el viernes los sindicatos, que aplicará un expediente de regulación de empleo temporal. Asimiscompañía. mo, el grupo ha paralizado los cambios en su cúpula. Willy Walsh permanecerá al frente del Grupo IAG y su anunciado sucesor, Luis Gallego, se quedará al frente de Iberia para comandar el impacto que la crisis del coronavirus está dejando en la Javier Sánchez Prieto, a su vez, permanecerá en el cargo de consejero delegado de Vueling.
En la misma línea Ryanair, recortará el 80% de su actividad entre abril y mayo. Su dirección pasó toda la tarde de ayer negociando con los sindicatos españoles un ERE sobre 1.500 empleados, según estimaciones de los sindicatos.
Por su parte, Norwegian, que ya anunció un ERE la semana pasada, lo amplió ayer al 90% de la plantilla y también anunció que despedirá a 7.300 empleados tras eliminar el 85% de sus vuelos. En la misma línea, Lufthansa reducirá el 90% la capacidad en los vuelos de larga distancia y apenas mantendrá un 20% los de corta.
Son sólo algunos ejemplos del incesante rosario de malas noticias que se conocieron ayer. “La diferencia entre crisis anteriores muy fuertes, como la ocurrida tras los atentados del 11-S en el 2001 es que en este caso las aerolíneas se han quedado sin margen de actuación. No hay promociones posibles para incentivar la demanda porque tienen prohibido volar”, explica Pere Suau-sánchez, profesor de economía y empresa de la UOC.
Los expertos apuntalan la postura de la patronal de reclamar ayudas. “Es importante que durante el periodo de restricción de tráfico los operadores aéreos puedan reducir sus costes fijos al máximo, así como tener acceso a liquidez que les permita retomar las operaciones de forma normal lo más rápidamente posible en cuanto la situación sanitaria lo permita. Teniendo en cuenta el rol del sector para evitar la propagación de la pandemia, sería lógico y justo esperar una flexibilización de la normativa de la libre competencia para garantizar la supervivencia de los operadores”, apunta Romà Andreu, profesor de EAE Business School y experto en el sector aéreo.
Porque la clave para el sector es aguantar mientras dure la situación de excepción. “Algo que podrán hacer con más margen las compañías con más pulmón financiero como IAG, Lufthansa o Ryanair. El resto sufrirá o acabarán cerrando o absorbidas en un inevitable proceso de consolidación del sector”, asegura el profesor Suau-sánchez.
La crisis se saldará con un proceso de consolidación en el sector europeo, según los expertos