Francia impone una multa récord a Apple de 1.100 millones
La Autoridad de la Competencia de Francia impuso ayer una multa récord de 1.102 millones de euros a la multinacional estadounidense Apple por haber puesto en marcha un sistema de distribución de sus productos que impedía ofertas y precios diferenciados, dando preferencia a sus propias tiendas. El grupo estadounidense anunció su desacuerdo con la sanción y el propósito de recurrirla y destacó que se refería a prácticas de hace diez años.
En un comunicado, la presidenta de la Autoridad de la Competencia, Isabelle de Silva, subrayó que no sólo es “la sanción más elevada” que ha dictado nunca, sino también la más importante contra una sola empresa por “la dimensión extraordinaria” del caso.
De Silva explicó que Apple abusó de la “dependencia económica” que tenían sus distribuidores prémium (especializados en productos de alta gama) y eso es “particularmente grave”. La sanción alcanza también a dos mayoristas: Tech Data (con 76,1 millones de euros) e Ingram Micro (62,9 millones) por connivencia con la marca. Según las autoridades francesas, Apple dejó en exclusiva en Francia la distribución de sus productos electrónicos (con la excepción del iphone) a estas dos empresas y les fijó de antemano la cuota de mercado a cada uno, con lo que impedía la competencia entre los diferentes canales de distribución, lo que “esterilizó el mercado mayorista de los productos Apple” entre diciembre del 2005 y marzo del 2013, aseguró Competencia.
La segunda práctica irregular fue imponer precios de venta a los vendedores que debían coincidir con los que aplicaba el grupo en sus propias Apple Store y en su página web. Eso afectó a casi la mitad del mercado de sus productos.
La firma perjudicó también deliberadamente a las tiendas independientes (en general pymes que trabajan con unos márgenes muy pequeños) en beneficio de sus propias tiendas. Así, señala Competencia, cuando Apple lanzaba algún producto nuevo, esos revendedores no tenían existencias y no podían responder a la demanda, mientras que la red de tiendas de Apple estaban bien aprovisionadas. La consecuencia para los primeros era una pérdida de clientes, y en ocasiones se vieron obligados a comprar directamente en las Apple Stores pedidos que no podían suministrar porque Apple no les aprovisionaba.
Competencia acusa al grupo americano de perjudicar a las tiendas en beneficio de sus Apple Stores