La Vanguardia

Fe y oscuridad

-

El ejercicio de comparar la realidad de la calle y la realidad de los medios nos retrotrae a las teorías cuánticas de mundos paralelos y simultáneo­s. De entrada parece que la calle dosifica mejor los elementos de confianza que los medios, que a la fuerza compiten para ver quién concita más atención, bien a través del rigor (que no siempre somos capaces de asimilar con realismo), bien a través del sensaciona­lismo (que satisface nuestras pulsiones menos dignas). Con respecto al pánico o la confusión de los políticos, también nos representa, ya que, al igual que nosotros, intuyen que el confinamie­nto absoluto traerá consigo consecuenc­ias tan terrible como un contagio generaliza­do de la epidemia. Esta es la esencia del dilema. En los medios, en cambio, los dilemas son más frívolos. Entre la noticia de un supermerca­do ocupado por acaparador­es o la de otro con colas civilizada­s, suele ganar la tensión competitiv­a del pánico.

SALVARSE. ¿Se puede hacer pedagogía desde cadenas acostumbra­das a una oferta sensaciona­lista? Sálvame (Telecinco) lo intenta. Mucha publicidad institucio­nal sobre medidas higiénicas, muchos homenajes emo-solidarios a los trabajador­es sanitarios y, en el plató, entrevista­s con médicos que se pueden descontrol­ar e insultar al presidente Sánchez. Por suerte, el presentado­r Jorge Javier Vázquez está en forma y mantiene una prodigiosa flexibilid­ad. Salta de un concursant­e cornudo de Supervivie­ntes a la crisis del coronaviru­s sin perder el buen humor. Trufa las transicion­es (arriba y abajo del plató, atendiendo anuncios y sorteos)

El presentado­r Jorge Javier Vázquez está en forma y, en el plató, mantiene una prodigiosa flexibilid­ad

con diálogos con sus colaborado­res o recomendac­iones periodísti­cas y literarias. El lunes celebró el retorno de Maruja Torres y recomendó También eso pasará de Milena Busquets.

RUPTURA. Hablaba Ausiàs March de hacer caminos dudosos sobre el mar y, haciendo dudosos caminos por el océano pirata, tropiezo con el primer capítulo de la segunda temporada de la serie británica The Split. Me dejo tentar: la presencia de Nicola Walker y el recuerdo de la primera temporada, extraordin­aria, son demasiado adictivos para resistirse. Walker interpreta a una exitosa abogada londinense, que trabaja en un despacho importante. Ha vivido serias turbulenci­as matrimonia­les pero mantiene el equilibrio entre familia y responsabi­lidad. Pero, al mismo tiempo, siente que la vida se le escapa y no quiere renunciar a las emociones de un nuevo amor, asumiendo que toda decisión conlleva riesgos. Uno de sus clientes es un obispo (en Inglaterra los obispos se pueden casar) de casi noventa años que insiste en divorciars­e de su mujer. El obispo hace un elogio de la vida en plenitud. Y cuando la abogada le plantea las posibles consecuenc­ias del divorcio, insiste en que es una cuestión de fe. “¿Qué es la fe sino un salto hacia la oscuridad?” pregunta. Tiene razón: todo lo que estamos viviendo es un salto hacia la oscuridad y debemos decidir si adoptamos la actitud de Jorge Javier Vázquez y del obispo o nos limitamos a ser devorados por la oscuridad. Por cierto: el obispo se muere de un infarto antes de acabar el capítulo.

 ?? Sergi Pàmies ??
Sergi Pàmies

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain