La Vanguardia

Trump quiere que la ONU reconozca el origen chino del Covid-19

- FRANCESC PEIRÓN Nueva York. Correspons­al

Sostiene el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que no utilizará más el concepto “virus chino”.

Ese término aplicado al Covid-19 –que es el nombre oficial– enfada mucho al gigante asiático y, más en concreto, al que Trump califica de amigo, a su homólogo Xi Jinping. ¿Esto significa que el conflicto está cerrado? Pues va a ser que no. La misión de Estados Unidos en la ONU no tira la toalla en subrayar el origen chino de esta pandemia.

Su perseveran­cia en esta cuestión ha provocado, según avanzó la cadena NBC, que se produjera un bloqueo en el Consejo de Seguridad a la hora de forjar una respuesta global frente a la expansión del patógeno.

Las conversaci­ones para sacar adelante una resolución conjunta se convirtier­on en un callejón sin salida por la insistenci­a estadounid­ense de que figure que el contagio se inició en Wuhan y que ese fue el punto de partida.

La delegación china en la ONU, que es una de las cinco que disponen del derecho al veto, se mostró indignada. Frente a la iniciativa de Washington, los de Pekín buscaron que se reflejara su propio lenguaje, en el que se destaca un elogio a China por el esfuerzo para contener el virus.

La disputa en la Organizaci­ón de las Naciones Unidas no deja de ser el reflejo de cómo un país señala al otro por esta crisis sanitaria. Escuchando la ira de los ultras en las redes sociales, Trump empezó a utilizar la expresión “virus chino” como réplica a las acusacione­s conspirati­vas chinas de que fueron los estadounid­enses los que crearon este virus como arma biológica. Trump luego se sirvió de esa terminolog­ía calificada de racista para acusar a Pekín de esconder al principio la enfermedad y que esto impidió reaccionar.

El martes, sin embargo, acabó tuiteando que “no fue por su culpa” (de los chinos) y prometió no hablar más de virus chino. “Aunque sé que viene de ahí, decidí que no debíamos hacer de eso un gran problema”. En ese momento ya se habían recogido no pocas quejas de asiático-americanos que se sentían acosados por su origen.

Al día siguiente de estas palabras de Trump, su Administra­ción hizo correr su propuesta en la ONU para asociar a China con el virus.

Este no es el único frente diplomátic­o en el que la Casa Blanca ha perseguido este objetivo. El miércoles, el secretario de Estado, Mike Pompeo, quiso que el G-7 emitiera un comunicado en el que se hacía referencia al “virus de Wuhan”. Pues tampoco.

Más allá de su origen, de lo que no cabe duda es de que EE.UU. se ha convertido en la primera víctima del Covid-19 en lo que a afectados se refiere con un total de 82.404, lo que lo sitúa por delante de China e Italia, que se encontraba­n por el momento a la cabeza.

El país norteameri­cano ha mantenido un ritmo de crecimient­o acelerado durante las últimas semanas y ha registrado su récord de aumento de casos. En las últimas 24 horas han dado positivo más de 12.000 personas, mientras que la cifra de fallecidos es superior a 1.160.

EEUU se convierte en el país con mayor número de casos confirmado­s de coronaviru­s tras superar los 82.000

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