EE.UU. denuncia a Maduro por narcotráfico y ofrece recompensa
Washington también amplía las sanciones contra el régimen de Irán
El coronavirus no paraliza la lucha de la Casa Blanca contra sus enemigos. El Gobierno estadounidense acusó ayer penalmente de narcotráfico al presidente venezolano, Nicolás Maduro, y ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por su captura. Washington también denunció a otros catorce dirigentes chavistas, a la vez que amplió las sanciones contra Irán, la misma semana en que la ONU había reclamado relajar el bloqueo contra ambos países para permitir la ayuda humanitaria durante la crisis del coronavirus.
La influyente comunidad antichavista de Miami despertó ayer con los rumores de que el Gobierno de Donald Trump presentaría ante la justicia estadounidense una denuncia por narcotráfico contra Maduro. La acusación penal se concretó pocas horas después, cuando fue anunciada por la Fiscalía. “Tengo un mensaje para los altos cargos del chavismo: la fiesta se les está acabando”, indicó una rueda de prensa la fiscal general del distrito sur de Florida, Ariana Fajardo. Los cargos contra la cúpula bolivariana serán presentados ante tribunales de Florida y Nueva York.
Es la segunda vez en la historia que EE.UU. denuncia penalmente a un jefe de Estado en ejercicio. La primera vez fue en 1989 contra el dictador panameño Manuel Antonio Noriega, que fue detenido durante la invasión estadounidense de ese país y acabó siendo juzgado y condenado en Florida.
La actuación contra Maduro y otros líderes chavistas se fundamenta en una vieja acusación por la supuesta colaboración del régimen venezolano con la antigua guerrilla colombiana de las FARC, durante las últimas dos décadas, y ahora con sus grupos disidentes –calificados como narcoterroristas por la Casa Blanca–, para traficar con drogas hacia EE.UU. Washington ha oficializado incluso el nombre que desde hace años se atribuye al grupo de altos mandos militares bolivarianos que dirigiría las operaciones criminales: el cártel de los Soles.
Entre los otros catorce líderes chavistas denunciados –por cuya captura EE.UU. ofrece diez millones de dólares por cabeza– destacan el número dos del régimen y presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello; el vicepresidente económico, Tareck El Aissami; el ministro de Defensa, Vladímir Padrino; el titular de Interior, Néstor Reverol; o el presidente del Tribunal Supremo, Maikel Moreno. La denuncia también incluye a dos excomandantes de las FARC, Iván Márquez y Jesús Santrich, que renunciaron al proceso de paz y volvieron a la actividad guerrillera.
El fiscal general de EE.UU., William Barr ofreció ayer las citadas “recompensas por información que lleve” a la detención de la cúpula chavista y añadió que con esta denuncia se pretende “erradicar la amplia corrupción dentro del Gobierno venezolano”. “El pueblo venezolano se merece un gobierno transparente, responsable y representativo al servicio de las necesidades del pueblo”, tuiteó ayer el secretario de Estado, Mike Pompeo.
Paralelamente, el Departamento del Tesoro estadounidense amplió también ayer las sanciones contra una veintena de funcionarios iraníes, así como empresas e individuos cercanos al régimen de Teherán que operan en Irán e Irak, que serán incluidos en la lista negra para congelar sus activos y movimientos financieros internacionales.
Washington asegura que el Gobierno iraní ha seguido financiando a milicias y grupos terroristas en Oriente Medio, especialmente en Yemen e Irak, donde también ha facilitado el contrabando de armas y petróleo. La Casa Blanca remarca que Teherán ha proseguido con estas actividades incluso en medio de la pandemia por el coronavirus, de la que Irán es uno de los países más afectados del mundo.
“Irán utiliza una red de compañías fantasma para financiar a grupos terroristas en toda la región, desviando recursos del pueblo iraní y priorizando intereses terroristas por encima de las necesidades básicas de su población”, indicó en un comunicado el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin.
Las nuevas acciones contra Venezuela e Irán parecen la respuesta de Trump a la petición realizada esta semana por la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, de suspender o relajar las sanciones contra esos países, o también contra otros estados que figuran permanentemente en la mira de la Casa Blanca, como Corea del Norte o Cuba.
“Es fundamental que se evite el colapso de los sistemas sanitarios nacionales, teniendo en cuenta la explosiva repercusión que eso podría tener en términos de muerte, sufrimiento y ampliación del contagio”, manifestó Bachelet en un comunicado. “En un contexto de pandemia mundial, las medidas que obstaculizan la atención médica en cualquier país incrementan el riesgo que todos afrontamos”, agregó. “Las exenciones humanitarias anexas a las sanciones deberían aplicarse de manera más amplia y eficaz, mediante la autorización rápida y flexible de suministrar equipos y material médico”, reclamó la alta comisionada de la ONU.
CÚPULA CHAVISTA
La gratificación es de 15 millones de dólares, y 10 millones por otros 14 líderes venezolanos
ALTA COMISIONADA DE DD.HH.
Bachelet había pedido relajar las sanciones internacionales por el coronavirus