¿Siente ansiedad? Hay medios públicos de ayuda
“Estoy sola y sólo pienso en una cosa. Covid, Covid, Covid, Covid. Me estoy volviendo loca”. “Me acaban de confirmar que mi tío tiene el Covid-19. Su mujer seguramente también esté infectada. Estoy destrozada, no sé ni qué decir”. Dos mensajes de Twitter con fecha de ayer, seguramente ciertos, pero innecesarios para todo el mundo salvo para quien los escribe.
Pasar el día pendiente de las redes sociales, en busca de informaciones –a cuales más tristes y a menudo inciertas– no es la mejor manera de hacer llevadero el confinamiento.
La ansiedad, el miedo o la tristeza pueden hacer más difícil lo que de por sí ya lo es. Hay que combatirlo pero en caso de derrota, si al final no puede más, hay servicios públicos acreditados que pueden ayudarle.
Desde hace dos días los teléfonos de emergencias –en Catalunya el 061, 112 y 012– han incorporado en su servicio un equipo de atención psicosocial integrado por un máximo de 15 trabajadoras que pueden echarle una mano.
“Nuestro trabajo consiste en escuchar. Tenemos herramientas para hacerlo –explica Montse Mas, del Col·legi de Treball Social–. En función de las demandas buscamos soluciones en los servicios sociales territoriales o derivamos a otros servicios”.
El ‘fake’ de Can Ruti
En Whatsapp corría anoche un supuesto comunicado del hospital Can Ruti –ya lo hemos dicho en otras ocasiones, las mentiras se acreditan siempre en fuentes anónimas de alguna institución con prestigio– alertando de que hoy será el día de mayor riesgo de contagio de la pandemia y recomendando que no se salga a la calle “ni a por el pan”.
No hay ninguna información oficial que verifique que hoy exista un riesgo mayor que otros días. Las limitaciones a los desplazamientos siguen siendo exactamente las mismas que los que ya se están aplicando. Tal vez merece la pena recordar de nuevo que la difusión de estas informaciones pueden llegar a ser consideradas un delito. Y para mayor tranquilidad pueden leer el magnífico análisis que ayer publicaba Josep Corbella: “Pese a los malos datos, motivos para la esperanza”.