Literatura y arte de la enfermedad
Desde las plagas bíblicas hasta las predicciones futuristas, toda la literatura está repleta de títulos que nos describen o nos sitúan frente al impacto de las epidemias. Ante dificultades extremas se dispara también la creatividad. Y hoy podemos decir que sin la peste negra de 1527 quizás Boccaccio no habría escrito el Decamerón y Maquiavelo no nos hubiera dejado su Descripción de la peste de Florencia. Del mismo modo puede que Daniel Defoe no hubiera escrito su Diario del año de la peste sin la epidemia de peste bubónica que se abatió sobre Londres o Petrarca no le habría dedicado su Cancionero a su amada Laura, víctima de la peste de Aviñón.
Desde los clásicos griegos hasta nuestros días es interminable la lista de autores que se han servido de plagas y epidemias para contextualizar o directamente para que fuese el eje de sus relatos. La lista de grandes obras es extensa, desde Banquete en tiempos de peste de Pushkin y Los novios de Manzoni a los más próximos de Muerte en Venecia de Thomas Mann, La peste de Albert Camus o el Ensayo sobre la ceguera de José Saramago (para quien esté interesado es útil la web: Bibliotecavilareal.wordpress.com/ tesoros-digitales/epidemias/).
Existe incluso la llamada literatura de la enfermedad, que en el pasado tuvo un apartado específico para narraciones inspiradas a partir de los balnearios y sanatorios. Y casi no hace falta recordar una obra cumbre como La montaña mágica.
En la pintura ha sucedido algo similar. A los ejemplos aportados en esa sección en días anteriores podrían añadirse otros muchos nombres. Desde grabados como La peste en Jerusalén de Gustavo Doré o Los cuatro jinetes del apocalipsis de Alberto Durero hasta grandes artistas como Tiziano, Rembrandt o Caravaggio.
La gripe de 1918 fue la penúltima gran epidemia que despertó la inspiración. Pero también se llevó muchas vidas humanas. Y afecto a los propios creadores. En Catalunya causó la muerte, entre otros, del poeta Joaquim Folguera y de la pintora Maria Lluïsa Vidal. Seguro que la actual epidemia nos dejará en el futuro nuevas e imaginativas recreaciones artísticas.