Los Mossos intensifican los controles para impedir el tráfico de fin de semana
No les va a resultar nada fácil a los que pretendan saltarse el confinamiento moverse con tranquilidad por la red viaria catalana. Desde ayer por la mañana los Mossos d’esquadra y las policías locales en sus respectivos municipios montan y desmontan puntos de control en los que se pregunta uno a uno a los conductores ¿adónde van? y ¿para qué? A estas alturas de la cuarentena, los agentes ya no se conforman con una mera explicación de palabra y exigen ver documentos.
Los controles empezaron ayer por la mañana, pero serán muy visibles durante todo el fin de semana. Para abarcar el máximo número de vías y evitar la picaresca de tratar de moverse por carreteras secundarias los Mossos ya han advertido que buena parte de los puntos serán móviles. Las sanciones pueden ir de entre los 600 a los 30.000 euros.
El peso de los controles en Barcelona los llevan los equipos de las áreas de recursos operativos, las Arro, con el apoyo de seguridad ciudadana. En las vías interurbanas se encargan los Mossos de Trànsit. En todos se reducen las vías a un solo carril de paso y se van filtrando los coches de manera aleatoria.
A medida que pasan los días los conductores obligados a moverse ya viajan con sus documentos que les autoriza, como pudo comprobar este diario ayer en uno de los controles del mediodía en la ronda del Litoral, en dirección Tarragona.