La Vanguardia

El tercer sector se reinventa ante el alud de demandas

Máxima preocupaci­ón por las personas que han perdido el trabajo, no tienen ahorros y viven en habitacion­es realquilad­as

- ROSA M. BOSCH

“Estamos trabajando en plena tormenta, implementa­ndo cosas nuevas que en una situación normal hubiéramos tardado meses en ejecutar; este es un momento para ser tremendame­nte creativos y rápidos, hay que tomar decisiones arriesgada­s y esto sólo se consigue sumando, compartien­do y haciendo pinya”, comenta Eduard Sala, responsabl­e de Acción Social de Càritas Barcelona. El alud de demandas obliga al tercer sector a reinventar­se, a modificar sus métodos de funcionami­ento para ayudar a los vulnerable­s en condicione­s de seguridad y reduciendo en lo posible el riesgo de contagio.

Tras unos primeros días de colapso por el cierre de comedores sociales, las entidades se van adaptando a las exigencias que impone el coronaviru­s y algunas están reabriendo sus locales. “En las parroquias dejaron de funcionar siete de los once comedores, pero la semana que viene volveremos a poner en marcha dos, aunque dando todas las raciones, el almuerzo y la cena, una vez al día y en bolsas, debemos evitar al máximo los desplazami­entos. Este es el sistema al que nos adaptamos todos”, detalla Sala.

Los locales municipale­s e iniciativa­s que funcionan gracias a la implicació­n de voluntario­s preparan paquetes con comida caliente o bocadillos. La comunidad de Sant’egidio de Barcelona reparte 200 raciones diarias, el doble que en condicione­s normales.

La Fundació Arrels ha recopilado en un mapa descargabl­e de Barcelona los recursos que siguen abiertos para los sin hogar (puntos de recogida de alimentos, duchas y albergues). Esta informació­n está pensada también para que la ciudadanía en general, si se da el caso, oriente a los que duermen al raso.

Arrels ha contabiliz­ado un mínimo de once comedores menos que antes de la emergencia. Aunque cabe destacar que con la apertura esta semana por parte del Ayuntamien­to de 385 plazas de alojamient­o para sintecho, en las que se ofrece comida y un confinamie­nto seguro, se ha cubierto una parte importante de las necesidade­s.

“Muy pronto el gran problema serán las personas que viven en infravivie­ndas, en habitacion­es realquilad­as, que han perdido el trabajo y se han quedado sin ingresos para pagar el alquiler y también para comprar comida”, alerta Jordi Gusi, director de Entitats Catalanes d’acció Social (ECAS).

Francina Alsina, presidenta de la Taula del Tercer Sector, y Eduard

Sala, de Càritas, comparten esta preocupaci­ón. “Nuestra realidad diaria son casos como el de una madre sola con cuatro hijos, sin empleo ni ahorros, con fiebre... Y esto sucede cuando apenas han pasado dos semanas del confinamie­nto. Es básico que nos coordinemo­s entre todos para dar respuestas, para facilitar tarjetas monedero y acordar con supermerca­dos la utilizació­n de vales intercambi­ables por comida”, considera Sala, que destaca el valor de las numerosas iniciativa­s solidarias que han aflorado.

Alsina reivindica “un plan de emergencia social, no nos podemos ni imaginar la crisis que se avecina, los hay que todavía no se habían recuperado de la del 2008. Mientras, las entidades se siguen poniendo al día, reinventán­dose para, por ejemplo, poder atender en sus domicilios a las personas que acudían a centros de día”.

Y otro gran reto es que también las ciudades del área metropolit­ana pongan en marcha más servicios para dar respuesta a los que se han quedado sin nada.

La comunidad de Sant’egidio sigue repartiend­o comida, 200 raciones diarias, el doble que antes

 ?? ÀLEX GARCIA ?? Voluntario­s de la comunidad de Sant’egidio repartiend­o alimentos en su local de Barcelona
ÀLEX GARCIA Voluntario­s de la comunidad de Sant’egidio repartiend­o alimentos en su local de Barcelona

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain