TVE divulga la mirada del humanista Emilio Lledó
‘Imprescindibles’ se centra mañana en este filósofo
“Emilio Lledó es ante todo un humanista que se aproxima a la realidad, al presente, desde la sabiduría de los clásicos con un profundo conocimiento de primera mano”, explica Alberto Bermejo, director junto a David Herranz del documental Emilio Lledó. Mirar con palabras, que el programa Imprescindibles de La 2 estrenará mañana domingo a las 21.30 h.
Nacido en Sevilla en 1927, Lledó es un pensador y filósofo de reconocido prestigio internacional, aunque él prefiere definirse como un simple profesor de filosofía. Ha venido prestando especial atención a temas como el lenguaje y la memoria, como pilares de sus publicaciones sobre la ética, la identidad y muy especialmente la educación, al que ha dedicado sus mayores esfuerzos en los últimos años. “Sobre todos ellos ha dejado una prolífica obra escrita caracterizada por su transparencia y una obsesiva precisión en el uso de la palabra”, señala Bermejo.
Junto a sus recuerdos de niño de la Guerra Civil y alumno de la escuela republicana de Vicálvaro, el documental intenta personificar en Lledó al prisionero del mito de la caverna de Platón, que sale a conocer lo que hay fuera y regresa para iluminar a sus antiguos compañeros, “como él mismo salió de la España sombría de los años cincuenta para estudiar en Heidelberg e inocular las ideas vigentes en Europa a su paso por las universidades de La Laguna y Barcelona”, donde fue dejando una estela de alumnos, entre otros muchos Juan Cruz, Fernando Delgado, Manuel Cruz, con los que sigue manteniendo una relación casi socrática, de amistad y profundo respeto intelectual.
A esas voces se unen en el documental las de Carlos García Gual, helenista y compañero de traducciones y esfuerzos editoriales, Victoria Camps, con la que comparte una misma perspectiva humanista del pensamiento de la ética, la filosofía práctica o la educación.
Atento a lo que ocurre en España, Lledó se manifesta “acérrimo defensor de la educación pública”, antepone la “libertad de pensamiento a la libertad de expresión”, porque de nada sirve esta si sólo se expresan estupideces y ante las expectativas de algunas elecciones ha expresado su esperanza de que “simplemente vuelva la decencia”, ajeno a toda afinidad partidista.
Lledó mantiene una considerable actividad como miembro de la Real Academia de la Lengua y prolonga su vocación docente en sus escritos y en numerosas conferencias, especialmente en colegios e institutos.