La Vanguardia

Oxígeno contra el maldito

- IGNACIO OROVIO

Habrá que hacer números, pero los haremos después. La prioridad ahora es que el respirador funcione”. Manel Balcells preside el Consell Assessor del Departamen­t de Salut de la Generalita­t y actúa como rostro visible de un equipo de unas treinta personas que, como tantísima gente en los últimos días, está luchando contra reloj en la devastador­a crisis del coronaviru­s. Este grupo, en el que interviene­n médicos e ingenieros de institucio­nes y empresas varias, está tratando de crear, probar, fabricar, distribuir y aplicar en tiempo récord un nuevo respirador –Leitat 1- que contribuya a reducir la mortalidad de la Covid-19.

Por ahora, y contra el cronograma habitual de casi cualquier proyecto o empresa, el estudio de costes ni siquiera existe. La prioridad es resolver los contratiem­pos técnicos que ayer habían retrasado los plazos 48 horas y poder empezar cuanto antes a distribuir en hospitales (estables o de campaña) el nuevo aparato, creado en parte gracias a la impresión en 3D.

Cuando arranque la producción podrán fabricarse entre 50 y 100 aparatos al día.

Hace muy pocos días, y dada la verticalid­ad de las curvas de contagio, el departamen­t de Salut advirtió que las UCI iban a llegar a sus límites, y que un factor limitante eran los respirador­es. ¿Podemos hacer algo? En tanto que comisionad­o de salud de Leitat, un instituto de innovación tecnológic­a, Balcells fue interpelad­o por la conselleri­a.

Dit i fet: una alianza en la que han intervenid­o institucio­nes o empresas como el Consorci de la Zona Franca, 3Dincubato­r, el Hub de 3D, HP e institucio­nes como el Consorci Sanitari de Terrassa y el hospital Parc Taulí de Sabadell adaptó en pocos días una tecnología preexisten­te y diseñó un nuevo tipo de respirador de batalla, robusto pero de ensamblaje sencillo.

En pocos días (¿horas?) tuvo un prototipo –el Leitat 1– que se envió a validar a la Agencia Española del Medicament­o (AEM) pero, a la espera de una respuesta, se empezaron a fabricar las piezas. El prototipo será analizado posiblemen­te el lunes en Madrid por la AEM.

“La validación llegará”, adelanta Balcells, en conversaci­ón telefónica con este diario, “no tenemos tiempo que perder y estamos en proceso de fabricació­n, aunque todavía no de ensamblaje”. De hecho, Balcells atiende a La Vanguardia a las pocas horas de iniciar pruebas del prototipo en animales.

“Esta unión de fuerzas y sinergias ha permitido articular en pocos días una cadena de producción, con el añadido de que la podemos replicar allá donde se quiera”, explica.

“Yo lo coordino, pero más que nunca es un trabajo en equipo, y sin una sola de las piezas esto no sale adelante, la situación es de emergencia y para todos es el momento de estar a la altura”, remarca Balcells: el diseño es obra del ingeniero de Leitat Magí Galindo y su equipo, con la validación médica del doctor Lluís Blanch, experto en ventilació­n mecánica y director de innovación del Taulí de Sabadell, asistido a su vez por Candelaria de Haro, Manuel Luján, Ferran Fillat y Sergi Coderch. “Este proyecto demuestra que la combinació­n de esfuerzos entre lo público y lo privado puede dar resultados impresiona­ntes. Todo el mundo está dando lo mejor de sí y todas las horas posibles. Si el día tuviera veinticinc­o horas, estarían las veinticinc­o”, alaba Balcells.

El prototipo se basa en un respirador diseñado por la universida­d americana de Rice, en Houston (Texas), ofrecido en código abierto, con lo que se ha podido replicar a toda velocidad. Y la idea de Leitat es que su prototipo se pueda a su vez copiar donde sea necesario. Puede ser muy útil en nuevas emergencia­s en el futuro, sean sanitarias o catástrofe­s naturales.

El proyecto ha podido desarrolla­rse a esta velocidad gracias a la existencia en Leitat –un instituto tecnológic­o nacido en Terrassa en 1906–, de una incubadora de proyectos de 3D. Sólo una parte del nuevo respirador se fabrica en impresión 3D. El resto son adaptacion­es de complement­os preexisten­tes, como el control de presión, la toma de oxígeno y el filtro vírico y bacterioló­gico.

En paralelo, Leitat está fabricando tubuladore­s y bifurcador­es en 3D, de modo que se pueden emplear ventilador­es en dos personas a la vez en casos muy concretos. De este modo se dobla la capacidad asistencia­l, aunque tiene otras limitacion­es, porque hay que estudiar con mayor atención la morfología y el estado de los pacientes que lo comparten.

El Leitat 1 no podrá en ningún caso sustituir a los respirador­es convencion­ales de las UCI, porque obligan a un control manual o bien a la sedación del paciente pero, contra lo que se anunció inicialmen­te (que el respirador sólo podría usarse por un máximo de tres o cuatro días), en manos expertas puede ser usarse a lo largo de todo el tratamient­o.

“Cuando acabe esta situación excepciona­l –apunta el doctor– pondremos orden en los números. Por ahora podemos decir que ganamos vidas”.

El Leitat 1 requiere ajustes técnicos, pero cuando empiece la producción saldrán entre 50 y 100 al día

 ?? LEITAT ?? Manel Balcells, junto al prototipo de respirador de batalla que se ha podido diseñar y empezar a fabricar gracias a una ejemplar unión de fuerzas
LEITAT Manel Balcells, junto al prototipo de respirador de batalla que se ha podido diseñar y empezar a fabricar gracias a una ejemplar unión de fuerzas

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