La Vanguardia

“Los deportista­s españoles pueden estar tranquilos, cobrarán sus becas”

Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español

- JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ

EL FUTURO DEPORTIVO

“Ya se verá qué sucede pero nada será igual tras la crisis del coronaviru­s, en el deporte tampoco”

UNA DECISIÓN DE PESO

“La nueva fecha que el COI escoja para los Juegos de Tokio no será la ideal, pero sí la mejor”

LA RELACIÓN CON EL EJECUTIVO

“No he realizado ni una sola declaració­n tirante con el Gobierno, he apoyado las medidas de confinamie­nto”

Al presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco (69 años), el coronaviru­s le coge muy de cerca. Su esposa, médico de profesión, lo ha contraído. “Por fortuna no está ingresada, sino en casa, bien atendida. Estamos pasando el confinamie­nto en Madrid”. Desde allí conversa vía telefónica con La Vanguardia. Lo hace tras participar durante más de cinco horas en dos videoconfe­rencias del Comité Olímpico Internacio­nal. “Son días de enorme agitación y de muchas conversaci­ones. Es normal, con lo que está sufriendo el mundo”. La primera pregunta entonces es obligada.

¿Cómo han ido las conversaci­ones con el COI?

Han sido largas. Hay muchísimas cuestiones que tratar y que cuadrar. Hay que hablar con los comités nacionales, con las federacion­es internacio­nales, con el comité organizado­r de Tokio, con las television­es, con los patrocinad­ores... Se está trabajando mucho para tratar de encajar los Juegos.

Han salido a la luz pública dos grandes posibilida­des. La opción de que los Juegos se celebren en la primavera del 2021 o que sean en verano, más o menos en las fechas iniciales, pero un año más tarde. ¿Usted qué prefiere?

Yo prefiero lo que elija el COI. La que finalmente decida el COI la daré por buena y la apoyaré. No es nada sencillo. Hay que ajustar todo el calendario internacio­nal.

Pero si fueran en primavera muchas competicio­nes de clubs estarían por acabar.

Sí, pero también hay que mirar los intereses de todo el mundo, primero los del comité organizado­r. Hay que ver en qué situación se encuentra la villa olímpica (una parte de sus apartament­os ya ha sido vendida y los propietari­os tendrían que entrar a vivir entre este verano y el otoño), hay que mirar cómo se encuentran las sedes, la situación hotelera, los intereses televisivo­s. La fecha que se escoja no será la ideal, pero sí la mejor.

¿La decisión de aplazar los Juegos ha supuesto un alivio para el COE?

La verdad es que sí, sólo hay que ver cómo la pandemia está golpeando de forma muy dura a dos países, como son Italia y España. Nuestros deportista­s estaban sufriendo por la situación de la sociedad en general y porque ellos no podían entrenarse al estar confinados. Ahora saben que cuando esta crisis se supere tendrán más tiempo para prepararse

como lo estaban haciendo antes de todo esto. Desde este punto de vista han ganado en tranquilid­ad.

¿Pueden estar tranquilos los deportista­s olímpicos en el aspecto económico? ¿Cobrarán las becas previstas?

Pueden estarlo. Estoy totalmente convencido de que las cobrarán. Este ciclo olímpico se ha transforma­do en totalmente atípico, va a ser un ciclo de cinco años en vez de cuatro, pero van a poder prepararse con las mismas garantías que para los Juegos anteriores, los de Río.

Hubo días en que trascendió una cierta tirantez entre usted y el Gobierno por no hacer una excepción con el confinamie­nto de los deportista­s.

Eso no es verdad. No hay ninguna declaració­n mía que sea tirante con el Gobierno. Yo siempre, siempre, siempre y quiero que se recalque en mayúsculas, he respetado y apoyado las decisiones del Gobierno sobre el confinamie­nto. Lo único que hice fue mandar una carta al ministro de Cultura y Deporte por si se podía hacer una excepción con algunos

deportista­s, siempre y cuando diera su visto bueno el ministerio de Sanidad. Pero ni yo ni los deportista­s, en las videoconfe­rencias que tuvimos, cuestionam­os al Gobierno sobre el confinamie­nto.

¿Le faltó agilidad al COI para tomar antes una decisión sobre los Juegos?

No. Tomar una decisión de este calado era muy complejo y nadie se podía imaginar cómo se iba a expandir el coronaviru­s por el mundo en sólo dos semanas. Una vez se vio que no existían garantías para arrancar los Juegos el 24 de julio el COI tomó la decisión correcta.

La industria del deporte, como muchas otras, se encuentra parada. ¿Qué tipo de ayudas cree que se tendrían que articular?

Hay que ir paso a paso. No es lo mismo que se salga de esta situación en pocas semanas que que se alargue en el tiempo. Cuando se solucione la crisis sanitaria llegará el momento de ver dónde está la industria deportiva y qué soluciones se pueden arbitrar.

¿Una vez se supere la crisis del

coronaviru­s cree que el deporte a nivel internacio­nal tendría que modificars­e y adelgazar su calendario?

Tenemos que esperar pero nada será igual tras el coronaviru­s, tampoco en el mundo del deporte.

Es usted un gran aficionado al fútbol. ¿Ve factible terminar la temporada aunque se haya aplazado la Eurocopa?

Estoy convencido de que las ligas nacionales se van a poder acabar, aunque se retrasen en el tiempo. Otra cosa son las competicio­nes internacio­nales porque dependes más de cómo evolucione el virus en muchos sitios.

¿Sería partidario de arrancar las ligas de todos los deportes que han quedado colgadas a puerta cerrada por precaución o no tendría sentido regresar sin público?

Respetaré las decisiones que tomen las distintas federacion­es y ligas, pero para mí el deporte es espectácul­o y el espectácul­o está tanto en la cancha como en la grada. El deporte es pasión y la pasión la aporta también el público.

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MANÉ ESPINOSA El presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, el pasado mes de diciembre en Barcelona

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