El BCE conmina a los bancos a no repartir dividendos este año

El Banco Central Europeo (BCE), que rige la política monetaria de la eurozona pero que también tiene encomendada la supervisión del sistema financiero de los países del euro, pidió ayer a los bancos que se abstengan de repartir dividendos al menos hasta el próximo mes de octubre. La petición, según explicó la institución que preside Christine Lagarde, se justifica por la necesidad de “impulsar la capacidad de los bancos de absorber pérdidas y apoyar la concesión de créditos a las familias, las pymes y las empresas durante la pandemia del coronavirus”. El Banco de España secundó la iniciativa, extensiva a todas las entidades de crédito del país.

La recomendación –casi una orden– del BCE llega después de que muchos bancos de la eurozona y también empresas no financieras empezaran a anunciar en los últimos días reducciones o supresiones de sus dividendos a los accionistas. En España, el primero en hacerlo fue el Santander, que el lunes dijo que no pagaría el dividendo complementario en noviembre. Luego le siguieron otros, como Caixabank, o Bankia, que lo anunció ayer mismo en su junta de accionistas.

El BCE prohíbe en la práctica la distribución de resultados con cargo al ejercicio 2019 y también los que se pudieran repartir a cuenta de los del 2020. Además, corta el paso a los bancos para que retribuyan al capital por la puerta de atrás comprando acciones propias para luego amortizarlas y provocar así un incremento del valor de las acciones. Esta práctica ha sido muy común en bolsa en los últimos años.

El objetivo de la fuerte recomendación es que los bancos sean más fuertes ante lo que se avecina y puedan, por lo tanto, cumplir con su función de prestar y dar liquidez a quien lo necesite en una etapa en la que ese va a ser el caballo de batalla, lo que va a determinar la supervivencia o no de muchos. La directriz no tiene carácter retroactivo, pero la nota del BCE no se anda con rodeos y llega a especificar que los bancos que hubieran incluido en el orden del día de las juntas

de accionistas ya convocadas el pago de dividendos deberán dar marcha atrás.

“El BCE espera que los accionistas de los bancos se unan a este esfuerzo colectivo”, añade la nota, que termina con el recordatorio del beneficio social de esta acción: que los bancos den crédito y financien a los agentes económicos y que, en su caso, sean capaces de absorber las pérdidas por los riesgos asumidos hasta ahora.