Capas de tul hasta la cola
Como dirían los poetas líricos, la pandemia del coronavirus saca lo mejor y lo peor de las personas. De lo peor no hablaremos mucho aquí, porque ya se habla a menudo en muchos medios de comunicación. Gente que pasa del confinamiento y sale a pasear como meses atrás. (De hecho sale a pasear mucho más de lo que nunca ha paseado en la vida, porque antes de que todo esto empezara no estaba confinada y tenía que ir a trabajar y ahora, como en casa se aburre, sale a dar un paseo tres, cuatro o cinco veces al día.) Gentuza que se hace pasar por médicos y llama a las puertas de los pisos donde viven personas de edad avanzada con la excusa de hacerles la prueba y, si consiguen despistarlos, robarles lo que pueden...
Al otro lado, el de lo mejor, empresas como Pronovias, que ha decidido regalar vestidos de novia a todo el personal sanitario: desde médicas y enfermeras hasta personal de limpieza. Lo hace como muestra de gratitud a “estas heroínas que ponen su propia vida en peligro en los hospitales de todo el mundo en un esfuerzo incesante por salvar vidas”. Una nota de Europa Press nos informaba días atrás cómo va la cosa: “Pronovias Group donará el vestido de novia a todas las trabajadoras de hospitales, desde médicas y enfermeras hasta personal de limpieza y cafetería, que están luchando por evitar la propagación del virus en diferentes países del mundo. La firma de moda nupcial ya puso en marcha este programa en China a principios de año y ya ha entregado vestidos de novia a numerosas enfermeras y médicas chinas, ha informado en un comunicado este jueves. Así, la chief artistic officer de Pronovias Group, Alessandra Rinaudo, ha presentado The Heroes Collection, seleccionando una gran variedad de vestidos de novia para estas mujeres trabajadoras, a quien ha descrito como ‘soldados implacables en la lucha para curar a los enfermos’”.
Es una iniciativa espléndida. Como no se me pasa por la cabeza que esta gran muestra de solidaridad deje fuera de la oferta a médicos, enfermeros y personal masculino de limpieza y cafetería “que están luchando para evitar la propagación del virus en diferentes países del mundo”, imagino la cara de felicidad de estos señores cuando reciban su regalo: “Impresionante vestido de tul blanco, realizado a partir de finos volantes de efecto rizado, a lo largo del escote envolvente, finas tiras drapeadas que dibujan el cuerpo y que se funden con una espectacular falda princesa que estalla en capas de tul que se escalonan hasta la cola, creando varias capas onduladas”.
La pandemia del coronavirus saca lo mejor y lo peor
de las personas