Trump pone precio por Maduro
Como si no tuviera bastante con la lucha contra el coronavirus, el principal enemigo actual de Estados Unidos, al presidente Donald Trump parece sobrarle tiempo para dedicarlo a la que ha sido una de sus obsesiones desde que llegó a la Casa Blanca: acabar con el régimen venezolano, personificado en Nicolás Maduro. Así, Trump ha puesto precio a la cabeza del líder chavista, al que acusa de terrorismo y de narcotráfico y por cuya captura ofrece una recompensa de 15 millones de dólares, más otros 10 millones por otros catorce líderes venezolanos, algunos de ellos militares alejados hoy del régimen e incluso opuestos a él. Washington ha ampliado también las sanciones económicas contra Venezuela cuando este país, como prácticamente todos, vive en estado de emergencia por la Covid-19 con un sistema de salud asfixiado y sin recursos. Como era previsible, la respuesta de Maduro ha sido calificar a Trump de “cowboy racista y miserable”.
Las acusaciones, esta vez, suponen una enmienda a la totalidad del chavismo pues incluyen a políticos como el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, el ministro de Defensa y el presidente del Tribunal Supremo, entre otros. Una escalada judicial que tiene lugar un año después de que EE.UU., como varias decenas de países más, reconocieran al opositor Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela. Pero, pasados doce meses, el país sigue sumido en una profunda crisis y, con el respaldo del estamento militar, Maduro sigue manteniendo las riendas del poder apoyado por Rusia, Cuba y China.
El chavismo sufre un gran aislamiento internacional, y el nuevo paso dado por Donald Trump pretende acorralar aún más al régimen. Por eso Maduro ha contraatacado acusando a Estados Unidos de gestar un plan para un magnicidio desde Colombia con el apoyo de su presidente, Iván Duque, que estaría liderado por un general disidente venezolano.
Los cargos presentados contra Maduro, la acción más importante contra el régimen chavista desde que el año pasado se declaró el embargo petrolero contra el país, son también la respuesta de Washington a la petición de Rusia, Irán, Cuba y Venezuela en la ONU para que se suavicen las sanciones internacionales que soporta Venezuela y el país pueda dar una respuesta eficaz al coronavirus, una pandemia contra la cual Venezuela no está preparada por la crisis humanitaria que arrastra. El país ha cerrado sus fronteras y está en cuarentena social obligatoria desde el día 16, mientras que Guaidó acusa a Maduro de ocultar el número real de contagios y de encarcelar a quienes filtran los datos reales.
La decisión de Trump de poner precio a la cabeza de Maduro aleja aún más la posibilidad de una posible solución negociada a la larga crisis política venezolana y posiblemente sólo servirá para que el régimen se atrinchere aún más y sea más difícil una quiebra de la unidad en torno a Maduro dentro del ejército.
La millonaria recompensa
por la cúpula chavista sólo hará que el régimen venezolano se atrinchere más