La Vanguardia

Dudas sobre la operación bikini

- Joaquín Luna

Estos días me ha dado por pensar en voz baja, a falta de bares, restaurant­es y discotecas donde pensar en voz alta. Tras mucho meditar, una inquietud: ¿nos hemos quedado sin operación bikini 2020 o llegaremos a tiempo para el agosto más loable de la historia?

La operación bikini podía parecer machista y es todo lo contrario. Primavera tras primavera, la campaña confirma que la mujer del siglo XXI tiene una voluntad de la que carecen los hombres, incapaces de afinar la dieta de cara al verano y muy capaces de apoltronar­se en una terraza playera, beber tres cañas y perorar sobre los éxitos de la operación sin analizar sus causas.

Uno, que conste, anima siempre a los amigotes por estas fechas a realizar una operación bikini aunque sea simbólica.

–¿Y para qué?

–¡Para sentirnos mejor con nosotros mismos!

Los amigos me miran mal. La culpa, claro, es de las madres del siglo

XX que de pequeñitos nos llamaban “hermosos” en lugar de gordinflon­es, panzudos o pachorras.

Abril llama a la puerta, y no tengo muy claro si la operación bikini está en marcha o va a ser anulada porque aquí, a diferencia del Mundial de petanca, no cabe mover las fechas y aplazarla a diciembre.

En teoría, no hay razones de peso para la suspensión (por peso estos días no quedará). Se trata de un ejercicio de voluntaria­do cuyo objetivo no es agradar a los hombres –como erróneamen­te piensan algunos salidos–, sino sentirse bien con una misma y, ya de paso, mejorar las prestacion­es estivales de maridos y novios (los propios, digo yo).

Si algo necesitamo­s ahora son ilusiones de chichinabo, y las mías pasan por una playa de la costa en agosto, con sus niños masticando arena, sus jubilados plantando la sombrilla y un par de sillas a las siete de la mañana en primera línea de mar y esas mujeres maduras que han tenido el detalle de inmolarse por la operación bikini, en la que, como los Juegos Olímpicos, lo importante no es ganar sino participar.

Yo creo que llegaremos a tiempo de los Sanfermine­s, las verbenas con petardas y las playas de Levante con sangría, que tan mala prensa tienen y tanto vamos a valorar este año, sobre todo cuando corran esos soplos de sexualidad, las miradas que invitan al confinamie­nto y esa capacidad humana de superviven­cia.

¡Que no me envíe Dios todo lo que puedo aguantar!

No hay razones de peso –de eso andamos sobrados– para anular este año la operación

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain