Hallado hachís oculto en bolas de tenis en un patio carcelario
Los funcionarios de prisiones han interceptado setenta gramos de hachís arrojados desde el exterior al patio de la prisión de jóvenes de Quatre Camins, según avanzó ayer Ser Catalunya. El envío estaba escondido en el interior de dos pelotas de tenis.
Episodios como este evidencian que los reclusos se las ingenian como pueden para intentar vencer el síndrome de abstinencia que se acentúa estos días a propósito de la crisis sanitaria.
La dirección de servicios penitenciarios de la Generalitat, así como del resto del Estado, decretó el cerrojazo absoluto en las prisiones para evitar la entrada del coronavirus en las cárceles que hubiese obligado a traslados masivos de reclusos. El Govern vetó cualquier tipo de contacto con el exterior: desde las comunicaciones con los familiares en los locutorios hasta los vis a vis íntimos, y como consecuencia también impidió que la droga entrase ilegalmente en las prisiones, con lo que los adictos sufren más. Sin ver a sus familiares, sin sexo y sin drogas, el cóctel puede ser explosivo, alertan fuentes penitenciarias.
Sin embargo, la Generalitat trata de paliar las necesidades afectivas de los internos doblando el número de llamadas a las que tienen derecho y reforzando las videoconferencias. Esta semana, la Conselleria de Justícia adquirió 260 móviles para que los reclusos puedan hacer videollamadas por Whatsapp desde la cárcel.
Pese a todo, los muros de las prisiones no son infranqueables, y el coronavirus ya ha hecho presencia en algunos módulos. Hay seis reclusos contagiados que están ingresados en el hospital penitenciario de Terrassa y 192 internos confinados.