La ‘comunión espiritual’, cuando las iglesias están cerradas

El papa Francisco nos recuerda la “comunión espiritual” en esta “situación de pandemia donde hay que redescubrir el valor de la comunión como miembros de la Iglesia, alimentada por la plegaria” (para diferenciarla de la “comunión sacramental”, que se realiza normalmente en las misas). La “comunión espiritual” en la eucaristía es una práctica recomendada cuando no es posible recibir el sacramento”. Por eso nos invita “a todos los que siguen la misa por TV a hacer la comunión espiritual”.

Según santo Tomás de Aquino, “en la comunión espiritual la persona humana se une a Cristo por la fe y la caridad”. Y santa Teresa decía que “cuando no podáis comulgar ni oír misa, podéis comulgar espiritualmente que es de grandísimo provecho”. ¿Cómo hacer viva esta “comunión espiritual”? Hace falta el deseo de recibir a Jesús presente en la eucaristía como pan partido para la vida del mundo, conscientes de que “quien no ama a su hermano que ve, no puede amar al Dios que no ve” (1Jo 4,20). Una buena forma es hacerlo con las lecturas de la misa. ¡Esta sería una práctica para esta Semana Santa que aunque sea de ayuno sacramental ofrece la posibilidad de una “comunión espiritual” viva con Jesús, que con su muerte se solidariza especialmente con todos los muertos y sufrientes de estos días, y que con la Pascua nos encamina en la esperanza de “un cielo nuevo y una tierra nueva”.