Dinamarca reabrirá las guarderías y las aulas de primaria el 15 de abril
Dinamarca reabrirá las guarderías y las aulas de primaria para niños de hasta once años a partir del 15 de abril. Es la primera fase del plan de apertura “gradual y controlado” anunciado este lunes por la primera ministra, Mette Frederiksen, tras afirmar que la crisis del coronavirus se ha estabilizado. “Los datos de ingresos hospitalarios van en la buena dirección”, ha celebrado, pero ha subrayado que hay que seguir manteniendo el distanciamiento social para evitar un repunte de infecciones.
Los niños más pequeños son una pieza clave para poder empezar a reactivar el país, ya que permitirá a los padres volver a trabajar. El director de la Junta Nacional de Salud, Søren Brostrøm, ha explicado que las autoridades enviarán guías a los centros sobre cuestiones como la higiene y el distanciamiento entre los niños.
La primera ministra ha detallado que el sector público seguirá trabajando desde casa y ha instado a las empresas privadas a hacer lo mismo. El plan contempla esperar al menos hasta el 10 de mayo para reabrir las escuelas de primaria y los institutos, las fronteras, y todos los negocios que hoy están cerrados. Esto incluye, por ejemplo, centros comerciales, discotecas, bares, cines y peluquerías. Para celebrar grandes eventos habrá que esperar, como mínimo, hasta agosto.
Con 5,8 millones de habitantes, Dinamarca ha registrado 4.647 casos de coronavirus (de los cuales 1.378 se han recuperado) y 187 muertos, según las últimas cifras oficiales. El 11 de marzo, cuando el país escandinavo tenía unos 500 casos confirmados y aún ningún fallecido, el Gobierno anunció las primeras medidas, como el cierre de los centros educativos, culturales y deportivos, y la prohibición de concentraciones de más de 100 personas (ahora limitadas a diez). Dos días más tarde, ordenó el cierre de las fronteras, permeables sólo para los ciudadanos daneses o aquellos con motivos forzosos.
La semana pasada, Frederiksen ya abrió la puerta a comenzar a relajar las restricciones después de Semana Santa si la población seguía las directrices oficiales y si el número de personas contagiadas se mantenía estable. En la rueda de prensa de este lunes ha subrayado la importancia de no bajar la guardia para poder seguir con el plan trazado: “Un pequeño cambio en nuestro comportamiento como individuos puede tener un grave impacto en toda nuestra comunidad”.