El Govern pide ayuda para los entierros islámicos
La dirección general de Afers Religiosos, que depende de la Conselleria de Justícia, envió ayer una carta a los ayuntamientos para que busquen soluciones en sus cementerios para enterrar a los fallecidos de religión musulmana. La comunidad islámica suele repatriar los cuerpos para darles sepultura en sus lugares de origen, la mayoría de las veces en Marruecos, pero con las fronteras cerradas esto es imposible. Por esta razón, el Govern pide un “esfuerzo de adaptación” a los ayuntamientos, de quienes depende las competencias de los cementerios, para ceder algunas de estas parcelas y poder enterrar a las personas de confesión islámica de acuerdo con sus ritos. La doctrina islámica establece que deben ser inhumados bajo tierra–, no pueden ser incinerados–, con las tumbas orientadas hacia La Meca y separadas de otros difuntos de distintas confesiones. El presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Catalunya lamenta que hay muy pocos cementerios que cumplan con estos requisitos, y las familias están muy angustiadas “al ver que no pueden cumplir con las últimas voluntades de los difuntos”. En Catalunya viven cerca de medio millón de musulmanes. “Estamos asesorando a los diferentes municipios para que puedan enterrar a los difuntos musulmanes según sus ritos”, señaló la secretaria general de la Conselleria de Justícia, Patrícia Gomà. También recuerda que no existe la posibilidad de practicar un entierro provisional y luego repatriar el cuerpo al país ya que antes habría que embalsamarlo, un proceso que impide el coronavirus.