La Vanguardia

Las escuelas infantiles reclaman ayudas para evitar su desaparici­ón

- CARINA FARRERAS

Las guarderías privadas están asustadas por el parón que supone a su contabilid­ad el periodo de confinamie­nto de la población por la pandemia del coronaviru­s. Desde el 13 de marzo que están cerradas no cobran y la reapertura es aún incierta. Creen que el sector puede desaparece­r una vez finalice este periodo en el que los padres no están obligados a abonar las cuotas, según el real decreto de consumo aprobado por el Gobierno español.

Además de preocupada­s por su superviven­cia, se muestran ofendidas porque en este decreto se les ha comparado con servicios no esenciales “como gimnasios”. La Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEIWAECE), que agrupa a más de 40.000 personas en España, pidió ayer a la ministra de Educación, Isabel Celaá, que reconozca la importanci­a de la educación de 0-3 años.

Por su parte, las patronales de las escuelas infantiles catalanas han enviado al presidente de la Generalita­t, Quim Torra, sus peticiones. “Pedimos ayudas directas del Govern para que estos centros continúen con sus proyectos educativos y no tengan que cerrar”, indica Mireia Català, portavoz de la Associació Catalana de Llars d’infants. Recuerda que los centros se han visto obligados a acogerse a expediente­s de regulación temporal de empleo (ERTE) y que siguen pagando los gastos de mantenimie­nto.

El sector comprende 700 centros, de pequeñas dimensione­s, con 30.000 alumnos y 5.000 empleados. El conseller de Educació, Josep Bargalló, reconoció en RAC1 que “si cierran las escuelas infantiles privadas tendremos un problema, las tenemos que ayudar, pero no desde el Departamen­t d’educació sino desde el Govern”, indicó. Y añadió que está trabajando en un posible adelanto de una “pequeña” subvención que recibe. “Pero si es el Estado el que dice que no hay que pagar unas cuotas, es el Estado el que ha de dar una solución”, concluyó.

La asociación reclama el cobro de las subvencion­es correspond­ientes al curso 2018-2019 y al 2019-2020. Asimismo pide líneas de crédito a interés cero y ayuda directas a los padres para que los niños puedan continuar en la misma escuela, como harán otras comunidade­s autónomas.

Jordi Fibla, presidente de la patronal Associació de Llars d’infants de Catalunya, se dirige a los padres y les pide que continúen pagando las cuotas por solidarida­d.

La educación de 0 a 3 años no está extendida en Catalunya. El sector está formado por pequeñas guarderías de carácter privado

El pago de las cuotas a las guarderías está exento durante el periodo de confinamie­nto

que, en su conjunto, ocupan a unos 5.000 empleados. Esta etapa infantil forma parte del servicio educativo de Catalunya aunque la administra­ción autonómica no se hace cargo de su gestión. El sector público, mayoritari­o, fue asumido por los ayuntamien­tos en los años de los recortes decididos por el Gobierno de Artur Mas para afrontar la crisis económica.

El Govern actual había reservado una partida económica en los presupuest­os de este año destinada a potenciar esta etapa educativa con la finalidad de combatir la brecha social. Los estudios indican que los hogares con menos capital cultural parten de una desventaja educativa que puede ser compensada por la actividad escolar incipiente.

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