Clamor mundial contra los mercados de animales vivos de Asia
Organizaciones científicas, conservacionistas y de defensa de los animales han emprendido campañas para pedir que se prohíban los mercados de animales vivos en Asia. En ellos se produce la venta tanto de animales vivos como de restos de ejemplares recién sacrificados, listos para ser consumidos. Muchos especialistas han señalado a estos mercados húmedos como el origen de algunas de las epidemias registradas los últimos años.
La organización internacional WWF ha pedido el fin de estos mercados para prevenir otra crisis sanitaria, social y económica como la del coronavirus. Sus portavoces afirman que apoyarán con su experiencia técnica y de conservación a los gobiernos que la pongan en práctica.
“Si el Gobierno chino no es capaz de controlar las condiciones higiénicas ni sanitarias en las que se encuentran los animales ni si estos proceden del tráfico ilegal, es mejor que los prohíba de una vez por todas”, reclama Gema Rodríguez, responsable del programa de Especies Amenazadas de WWF. Una encuesta de esta organización con 5.000 encuestados en Hong Kong, Japón, Myanmar, Tailandia y Vietnam revela que el 93% de la población apoyaría esta acción.
Igualdad Animal ha dirigido esta misma petición a António Guterres, secretario general de Naciones Unidas. Los mercados húmedos (tradicionales en China, India o Vietnam, entre otros países) reciben su nombre por el cúmulo de sangre, tripas, vísceras, escamas y agua con que se cubre el suelo. “Los científicos nos dicen que estos mercados son un foco clarísimo de enfermedades”, dice Silvia Barquero, directora ejecutiva de Igualdad Animal.
La campaña de esta entidad muestra cómo ciervos, mapaches, cocodrilos y perros viven en condiciones insalubres, y sufren deshidratación, hambre y enfermedades.
En estos mercados no regulados se originaron enfermedades como el SARS, y los científicos creen que en uno de ellos, en Wuhan, comenzó también la Covid-19. “La gran cantidad de personas en el mercado y el contacto íntimo con los fluidos corporales de estos animales crea un caldo de cultivo para la aparición de este tipo de enfermedades”, señala Andrew Cunninghan de la Sociedad Zoológica de Londres.
Campañas con apoyo de científicos y oenegés reclaman su prohibición total a la ONU
La Fundación Franz Weber reclama que la secretaria de la Convención Internacional de Comercio de Especies (Cites) se implique seriamente en la protección de estas especies con las que se trafica en los mercados. Una dura carta de esta fundación a la secretaria ejecutiva de la Cites recuerda que la convención “tiene por objeto la protección de ciertas especies de fauna y flora silvestres contra su explotación excesiva mediante el comercio internacional”, señala Anna Mulà, de la Fundación Franz Weber.
Christian Walzer, veterinario jefe de la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre con sede en Nueva York, pidió a China que la eliminación de estos mercados sea definitiva y no solo temporal.
“Más del 60% de las enfermedades infecciosas tienen un origen zoonótico, es decir, proceden de un animal y son siempre animales salvajes. En menos de 20 años, hemos sufrido tres pandemias por culpa de la venta de animales salvajes vivos en estos mercados”, dice con sólidos argumentos el director del zoo de Barcelona, Antoni Alarcon.