Vox parece sentir una verdadera obsesión con los ataúdes
La macabra difusión en la cuenta oficial de Vox en Twitter de una foto de la Gran Vía de Madrid, cuyo autor es Ignacio Pereira, manipulada para llenar la avenida de ataúdes –en formación de a cuatro y cubiertos con la bandera española– ha provocado el rechazo de las redes y la condena de otras formaciones políticas.
El tuit de Vox con la tétrica foto manipulada de la Gran Vía fue reenviado por otros usuarios unas 5.700 mil veces, pero la airada protesta de Ignacio Pereira por la manipulación de su foto original fue reenviada a otras cuentas 22.900 veces y recibió 30.000 aprobaciones. Si las cifras de Twitter cuentan para algo, Pereira ganó de largo.
Vox está obstinado en alimentar su campaña contra el Gobierno con el mensaje de que está ocultando el verdadero número de muertes provocadas por la pandemia. (En realidad, no sería sólo el Gobierno sino también las comunidades autónomas que reportan los datos. Algunos de estos gobiernos cuentan con su apoyo.)
No es la primera vez que Vox manipula imágenes. El 2 de abril en su cuenta de Twitter también utilizó un vídeo del almacén de ataúdes del tanatorio de Collserola, grabadas por la agencia Atlas, para persuadir a sus seguidores de que el Gobierno oculta el número de fallecidos. Las imágenes fueron tomadas en la morgue que se ha preparado en este y otros tanatorios de la ciudad para acoger a las víctimas de la Covid-19, pero no forman parte de una estrategia de ocultación conspirativa.
Un fotograma de estas mismas imágenes sirvió también para ilustrar una noticia colgada en una web, supuestamente dedicada a temas de sanidad, en la que se acusa a la Generalitat de Catalunya de aplicar “la autanasia (sic) encubierta a los octogenarios con la excusa del coronavirus”. La noticia detalla incluso el tipo de sedantes que se emplean para causarles la muerte. Lo más sorprendente es que el diputado por Madrid Juan Luis Steegmann –“el prestigioso científico de Vox”, según un medio de comunicación afín al partido– colgó esta información de su cuenta en Twitter. Nadie en la Generalitat parece haber reparado en este disparate que se difundió en más de 500 cuentas.