Fármacos muy usados en residencias aumentan el riesgo de neumonía

Los medicamentos antipsicóticos y antidepresivos y los antiácidos (como el omeprazol), de consumo muy común, pueden aumentar el riesgo de neumonía. Esto deben tenerlo en cuenta los médicos en esta epidemia y revisar la medicación de sus pacientes, sobre todo de las personas de más edad, como las que están en residencias, en las que el coronavirus causa estragos. Así lo indica un experto en medicamentos, Joan-ramon Laporte, profesor emérito de la Universitat Autònoma de Barcelona y que fue el impulsor del Institut Català de Farmacologia.

Laporte y un profesor canadiense, David Healy, han repasado los fármacos: los citados, más los analgésicos opiáceos o los corticoides inhalados, los hipnóticos y sedantes, y otros. Y subrayan que pueden aumentar el riesgo de neumonía entre 1,2 y 2,7 veces. No es una novedad; las fichas de los fármacos suelen advertir de los riesgos, pero muchas veces se ignoran. Esta situación de pandemia, que afecta mucho a personas de más edad, aconseja tenerlo en cuenta. Por ello, Laporte pide que se apoye a los médicos para sustituir algunas medicaciones.

Muchos pacientes de más edad, más del 10% se ha visto en estudios internacionales, y hasta entre el 40% y el 50%, toman uno o más de estos tipos de fármacos. Laporte señala que entre los 64.0000 residentes de Catalunya, unos 22.000 (34%) toman, por ejemplo, antipsicóticos (quetiapina, aripiprazol, risperidona...). Algunos, más de uno, que sedan y reducen la ventilación pulmonar y pueden favorecer los daños pulmonares. En el caso del omeprazol y similares, restan inmunidad.

Laporte aconseja revisar la medicación de los residentes, pues señala que se ha observado que muchas veces reciben más de un antipsicótico “o se prescriben durante periodos innecesariamente largos o hasta para indicaciones no autorizadas”. El experto pide la retirada, en lo posible (los pacientes con asma no deben dejar los corticoides, por ejemplo), de estos fármacos, ahora durante la pandemia, para disminuir el riesgo de neumonía y complicaciones y también “de otros efectos adversos que son causa frecuente de ingreso hospitalario, como las fracturas” .

Laporte ha explicado que es necesaria una colaboración internacional porque, por ejemplo, en Francia se receta aún más omeprazol que en Catalunya, o la ola de adicciones a los opioides en EE.UU. podría agravar ahora en muchas personas la infección del coronavirus.