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De estrella de la NFL a asesino convicto
A pesar de que el fútbol americano no está en la lista de mis deportes favoritos, la historia de Aaron Hernandez me atrapó. Este jugador estrella de la NFL pasó de firmar un contrato millonario de 40 millones de dólares con los Patriots a ser condenado a cadena perpetua por asesinato. Me impresionó su frialdad, su poca autocrítica y el nulo arrepentimiento de un deportista que lo tenía todo.
Este documental intenta explicar qué llevó a Hernandez a matar a Odin Lloyd, amigo y novio de la hermana de su prometida, Shayanna Jenkins. Ella, contra toda lógica,
Jugador del Vissel Kobe
apoyó y defendió a Aaron Hernandez hasta el final. ¡Shayanna incluso ha adoptado el apellido Jenkinshernandez! Algo surrealista.
El cuerpo de Odin Lloyd apareció tiroteado en una zona cercana a la casa de Aaron la madrugada del 17 de junio del 2013. Hernandez fue juzgado y condenado en el 2015 a cadena perpetua. Dos años más tarde, se quitó la vida en la cárcel de máxima seguridad de Shirley, Massachussets. Tenía 27 años.
Unos días antes había sido declarado inocente de dos asesinatos más, previos al de Lloyd, por falta de pruebas evidentes. Aunque ya veréis que había indicios muy claros...
Mediante testimonios de amigos, jugadores y personas de su entorno la serie expone las piezas de un puzle que intenta explicar el lado oscuro y la caída en desgracia de Hernandez.
DIRECTOR: GENO MCDERMOTT
PAÍS: EE.UU. (2020) PRODUCTORA: BLACKFINN
PLATAFORMA: NETFLIX
Describe unos orígenes bajo las órdenes de un padre muy estricto, una complicada relación con su madre y también la clandestinidad con la que llevaba ser homosexual. Lo trató de ocultar a su familia, amigos, compañeros y también a su prometida para encajar en la sociedad interpretando el papel de “futbolista machote”.
El consumo de drogas y las contusiones permanentes en el fútbol americano empeoraron el estado de un cerebro destruido por una enfermedad. Varios de los interrogantes que te plantea el documental son: ¿qué hubiera pasado si Hernandez no se hubiera dedicado a practicar un deporte tan agresivo y competitivo como el fútbol americano? ¿Habría evitado ciertas compañías? ¿Habría sido más libre y no un asesino? Nunca lo sabremos.