La Vanguardia

Sánchez recabará un aval muy crítico de la oposición

El Gobierno insta a “desterrar viejas dinámicas frentistas” ante la votación para ampliar otra vez el estado de alarma

- JUAN CARLOS MERINO

Pedro Sánchez regresa este jueves al Congreso para volver a recabar la autorizaci­ón del hemiciclo para ampliar de nuevo –esta vez, hasta el 25 de abril– el estado de alarma en España. El presidente del Gobierno tiene de nuevo garantizad­a una amplia mayoría parlamenta­ria que le permitirá que el Consejo de Ministros apruebe el viernes una nueva prórroga para el confinamie­nto, que además no será la última. El Congreso también convalidar­á otros tres decretos leyes del Gobierno de medidas urgentes en el ámbito económico, laboral y social, como la “hibernació­n” de las actividade­s no esenciales. Pese a todo, la sesión parlamenta­ria volverá a plasmar las posiciones muy críticas de una oposición que no extenderá a Sánchez ningún “cheque en blanco”, según evidencia cada vez con mayor contundenc­ia. Ni sus rivales políticos, como el PP, ni sus socios de investidur­a, como el PNV o ERC. Ni mucho menos, sus declarados enemigos, como Vox. La novedad, en cambio, es que Ciudadanos ya abrió negociacio­nes con el PSOE.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, volvió a constatar las posiciones críticas en su comparecen­cia del miércoles en el Congreso, en la que advirtió, frente a las críticas de falta de reacción, que “España fue el primer país de Europa en decretar el estado de alarma”, pero también defendió que “es necesario mantener el esfuerzo colectivo”. “Estamos viviendo un momento único, marcado por un reto sin precedente­s en toda la etapa democrátic­a, y todos debemos estar a la altura”, reclamó. Illa llamó a los grupos “a la unidad de acción”. “Porque en los momentos más difíciles es cuando se pone de manifiesto la grandeza de las personas”, resaltó.

El ministro de Sanidad y secretario de organizaci­ón del PSC instó a la oposición a reactivar su beligeranc­ia, en todo caso, cuando se doble el pulso a la pandemia.

“Vendrán momentos más propicios para analizar lo sucedido y sacar conclusion­es. El momento que vivimos es el de permanecer unidos, proteger a nuestros ciudadanos y salvar vidas”, insistió.

En el PSOE aseguran que Sánchez puede encajar todas las críticas legítimas de los grupos parlamenta­rios, pero denuncian una “estrategia de confrontac­ión política” que atribuyen a la derecha para intentar debilitar y, a ser posible, tumbar, al Gobierno. Y eso lo consideran inadmisibl­e en esta situación. El PP, no obstante, volverá este jueves a apoyar al Gobierno en la segunda prórroga de la alarma, al igual que Cs, mientras que Vox ya optó por la ruptura total. Como ya hicieron cuando se votó la primera prórroga, ERC, Jxcat, Bildu, la CUP y el BNG se abstendrán. Todos ellos, además del PP y Vox, se desmarcan de la propuesta de Sánchez de forjar unos nuevos pactos de la Moncloa para la reconstruc­ción económica y social de España cuando se gane la guerra al virus.

El ministro de Transporte­s y secretario de organizaci­ón del PSOE, José Luis Ábalos, insistió por su parte, no obstante, en que el Gobierno no tira la toalla. El “debate público y político” generado alrededor de la crisis sanitaria, según un criterio a su juicio mayoritari­o en la sociedad, “debería servir para fortalecer­nos como país”, también frente a la crisis económica y social “más grave que puede atravesar Europa desde la Segunda Guerra Mundial”. “Un debate público y político que debería servir para desterrar viejas dinámicas frentistas y lanzar un mensaje de unidad a un país que necesita motivos para la esperanza, en lugar de motivos para la desesperan­za y la confrontac­ión”, aseguró Ábalos.

El ministro, además, rechazó enérgicame­nte la denuncia de que el Gobierno esté ocultando la cifra de fallecidos por coronaviru­s en España: “Somos los primeros interesado­s en que exista absoluta transparen­cia en la gestión de esta crisis”, advirtió. E insistió en reclamar “un gran pacto de Estado para afrontar esta crisis desde la unidad y la colaboraci­ón”. Una suerte de nuevos pactos de la Moncloa como los de 1977. “Ahora más que nunca toca luchar unidos, no en beneficio del Gobierno o de partido político alguno, sino en beneficio de todo el país y el interés general”, aseguró, y animó a todos los grupos a entenderlo.

Un pacto de Estado que Ábalos reconoció que no se está negociando en privado con nadie, porque aseguró que “es un debate político y público abierto”. “Más allá de lo privado, lo que importan son las expresione­s públicas”, aseguró. Es decir, que todo el mundo se retrate. Aunque el ministro también admitió que dichos pactos no tienen aún contenido ni concreción, más allá de situarse en “un momento histórico crucial” como en 1977. “No hay una oferta concreta de pactos. Los contenidos serán políticos, sociales y democrátic­os”, dijo. Pero antes de plantear los contenidos, zanjó, habrá que ver “las actitudes” de todos los grupos.

Ábalos aseguró que el desmarque del PP “no nos desanima”. Así, apeló a la “coherencia, capacidad de liderazgo y patriotism­o” de Pablo Casado. “Le pedimos que recapacite –demandó–. No podemos entender esta actitud, ni tampoco la entienden los españoles que en estos momentos nos quieren ver remar juntos en beneficio de todo el país”.

UN ACUERDO INCONCRETO Ábalos admite que el pacto propuesto aún no tiene contenidos: “Primero, actitudes”

EL DEBATE PARLAMENTA­RIO El Congreso no dará “cheques en blanco” al Ejecutivo, pero Cs ya negocia con el PSOE

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