Rigor y tenacidad
JOAQUIM TOSAS (1946-2020) Ingeniero de caminos, expresidente del puerto de Barcelona
Nos ha dejado uno de los grandes personajes de la recuperación de las instituciones de autogobierno catalanas. En el año 1980, cuando se restablece la Generalitat después de la larga y oscura noche de la dictadura, había todo un país por hacer. De aquella época es la famosa frase del presidente Pujol a Lluís Prenafeta, secretario general de Presidència: “La Generalitat, Lluís, somos tú y yo”. Exageraba, claro está, porque la Generalitat era mucho más que dos personas. De hecho, la Generalitat eran –y sigue siendo– muchas personas. El presidente se refería a la necesaria suma de talento, esfuerzo y vocación de servicio para sacar adelante cualquier proyecto colectivo, especialmente en el ámbito público.
Entre los años 80 y 83, Joaquim Tosas fue el primer director general de Transports del primer Departament de Política Territorial i Obres Públiques del Govern de Catalunya, encabezado por el conseller Josep M. Cullell. En 1983, el departamento se configuró en torno a unos cuantos grandes nombres, con el conseller Bigatà al frente y Joaquim Tosas de secretario general, dirigiendo la maquinaría interna y sabiendo hacer de PTOP uno de los departamentos más decisivos en la creación de condiciones territoriales de progreso y bienestar para las personas, acompañados ambos de nombres ilustres como Vilalta, Serratosa, de Arana, Solanas, Ràfols, Vilaró, Ramírez, Amat y Pozos, entre otros.
Tosas tuvo otras responsabilidades en otros departamentos del Gobierno, que siempre desarrolló con la energía que lo caracterizaba y que ligaba bien con su físico poderoso, pero volvió a PTOP, primero en el Pla Delta y, el año 1996, para hacerse cargo de la presidencia de la Autoritat Portuària de Barcelona, una gran responsabilidad que tenía algo de simbólica al ser también el primer presidente designado directamente por la Generalitat gracias al pacto del Majestic.
El puerto de Barcelona es una gran institución, que recoge muy bien el latido de todo el país. Producción propia que se exporta, importaciones, suministros esenciales. Joaquim Tosas supo captar a la perfección la realidad de este complejo ecosistema y sentó las bases de lo que hoy conocemos como comunidad portuaria, una síntesis de colaboración activa entre los actores que intervienen en su cadena logística y orgullo de pertenencia que lo fortaleció.
Tuve el honor de trabajar con él cuando me incorporé como jefe de gabinete del conseller Macias a PTOP en 1997. Recuerdo los debates sobre el futuro del puerto, de su relación con las ciudades de Barcelona y El Prat, o sobre las infraestructuras que necesitaba para servir bien la sociedad y la economía del país. Tosas era incansable y demostraba su preparación argumentando siempre con gran solidez sus propuestas. Y quería hacer del puerto de Barcelona el mejor del Mediterráneo. Él fue quien impulsó una gran iniciativa que hoy –y que por muchos años sea así– aún perdura: las misiones empresariales, la primera a China. Es gracias también a iniciativas como esta que siempre recordaremos a Tosas como uno de los grandes modernizadores y cohesionadores de la comunidad portuaria de Barcelona.
Nos ha dejado por culpa de una pandemia mundial, de difícil y todavía incierta gestión, pero estoy seguro de que si estuviera entre nosotros en primera línea del puerto, como fue tantos años, estaría buscando soluciones a la emergencia y, sobre todo, pensando en cómo recuperarnos lo más rápidamente posible. El mejor homenaje que le podemos hacer es, sencillamente, seguir trabajando con su rigor y tenacidad. Descanse en paz.