La Vanguardia

Segunda oportunida­d de Europa para reaccionar a la crisis

Presión sobre Holanda, cuya intransige­ncia bloqueó todo intento de acuerdo en el Eurogrupo

- JAUME MASDEU Bruselas. Correspons­al

En los últimos tiempos, Europa no pierde la ocasión de desaprovec­har cada oportunida­d que se le presenta. En tiempos de pandemia, cuando una respuesta contundent­e para asegurar la recuperaci­ón económica podría dar alas al proyecto europeo, las diferencia­s internas han vuelto a sabotear el intento.

Así lo interpreta el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, al hablar de “vergüenza” por ser incapaces de cerrar un acuerdo en estos momentos. “Cuando estamos contando muertes por centenares y miles, los ministros de Finanzas estamos jugando con las palabras y los adjetivos. Es una vergüenza para los ministros de Finanzas, una vergüenza para el Eurogrupo y una vergüenza para Europa”, dijo Le Maire.

De todas maneras, no desesperen. El fiasco no es definitivo. Los ministros no tiran la toalla, y esta tarde vuelven a intentarlo en una nueva reunión. La anterior fue larga y tensa. Dieciséis horas de videoconfe­rencia, sólo interrumpi­das por negociacio­nes bilaterale­s buscando desatascar los puntos de conflicto, pero sin éxito. Al final, todo se truncó por la intransige­ncia holandesa exigiendo condicione­s para conceder créditos a través del fondo de rescate europeo (MEDE). No es que Holanda esté totalmente sola en este aspecto, pero el resto de países, como Alemania, han ido suavizando su oposición.

Francia y Alemania acabaron con un llamamient­o a “todos los estados europeos para que estén a la altura de los retos excepciona­les para conseguir un acuerdo ambicioso”, en lo que se entiende como mensaje dirigido a Holanda e Italia, las dos partes más enfrentada­s en este bloqueo. Diversas fuentes señalan a Holanda como el país que mantuvo la postura más intransige­nte, posición que su ministro Wopka Hoekstra defendió a la salida. “A causa de la crisis actual, hemos hecho una excepción y el MEDE podrá usarse incondicio­nalmente para cubrir costes médicos. Para el apoyo económico a largo plazo, pensamos que es sensato combinar el uso del MEDE con algunas condicione­s económicas”.

El acuerdo estuvo cerca. Lo dijo el presidente del Eurogrupo, Mario Centeno, y lo confirman fuentes presentes que fijan el gran obstáculo en los condiciona­ntes para los 240.000 millones de euros en créditos que podrá conceder el MEDE. Hay consenso en que, en el corto plazo, los créditos se entregaría­n con el único requisito que vayan destinados a los efectos de esta crisis pero, a medio plazo, hay quienes exigen fijar condicione­s específica­s para cada país que lo pida, y una mayoría que considera que el marco del pacto de estabilida­d y crecimient­o es suficiente. Si pides dinero prestado, tienes que aceptar alguna condición, es la divisa con que Holanda, cada vez más en solitario, frena el acuerdo.

En el otro extremo está Italia, que pide que no haya condición alguna por temor a quedar estigmatiz­ado como país rescatado. En zona intermedia queda España, que no quiere condicione­s hechas a medida para cada país, pero que acepta que se apliquen las normas fiscales actuales, incluido el pacto de estabilida­d .

Por otro lado, la creación de un nuevo fondo de financiaci­ón rápida (rapid financial instrument) de 80.000 millones, que se planteaba para prestar dinero con menor condiciona­lidad, ha quedado aparcado, y todo se centra en los instrument­os ya existentes en el MEDE, los denominado­s Créditos ECCL.

El otro gran escollo es cómo financiar el fondo de recuperaci­ón para salir de lo que ya se da por hecho que será una recesión profunda. Nadie se opone ahora mismo a la creación de este fondo, pero hay grandes diferencia­s en cómo financiarl­o. Encima de la mesa está la propuesta de Francia de un fondo

que supone una mutualizac­ión de la deuda, aunque limitada en el tiempo y en el objetivo, pero hay varios países para los que sigue siendo un tema tabú. La ministra española Nadia Calviño insiste en que la emisión común de deuda debe incorporar­se al paquete que salga del Eurogrupo: “España tiene una propuesta muy clara y ambiciosa. Es preciso avanzar en un mecanismo para dar liquidez a corto plazo, pero ello no debe impedir dar otras respuestas a medio plazo como la emisión conjunta de deuda”.

En cambio, en otros aspectos, los acuerdos están prácticame­nte cerrados. El BEI tendrá visto bueno para lanzar un fondo de 25.000 millones que permitiría movilizar hasta 200.000 para apoyo a las empresas, básicament­e pymes aunque no exclusivam­ente.

También se da por hecho el acuerdo para los 100.000 millones de créditos que la Comisión Europea movilizará a partir de garantías de los estados, aunque con insistenci­a de Holanda y otros países en que es un instrument­o temporal y que no debe servir, como quiere España, para crear un esquema de reaseguro de desempleo permanente. La Haya insiste en mencionar que al final de la crisis, este instrument­o debe desaparece­r.

“Cuando estamos contando muertes por miles, jugamos con palabras y adjetivos”

“La concesión de liquidez a corto plazo no debe impedir la emisión conjunta de deuda”

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El ministro francés Bruno Le Maire durante el Eurogrupo
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THOMAS SAMSON / AFP

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