La Vanguardia

Lo que esconde el lunar de Cindy

La top revela que le aconsejaro­n borrarse la marca para encontrar trabajo

- ELENA CASTELLS

A eso se le llama tener ojo. Ser un lince, vamos. El que le recomendó a Cindy Crawford quitarse el lunar que tiene encima del labio si quería triunfar como modelo. La exmodelo, de 54 años, ha contado ahora que en sus inicios le aconsejaro­n que se borrase su caracterís­tica marca ya que sino no encontrarí­a trabajo como modelo. Fue al principio de su carrera, hace más de treinta años. La historia se la ha desvelado a su amiga y compañera Naomi Campbell, que está aprovechan­do estos días para grabar un programa de entrevista­s para Youtube desde su casa y que ha tenido a la top americana como invitada.

“Cuando estuve en mi primera agencia de modelos en Chicago me avisaron que tenía que quitarme el lunar si quería encontrar trabajo. Era una agencia muy pequeñita, ni siquiera me acuerdo de cómo se llamaba. Cuando se lo conté a mi madre, ella me dijo que hiciera lo que yo quisiera, pero que me lo pensara bien porque no sabía si eso iba a dejarme cicatriz y, sobre todo, porque esa era una marca que me hacía especial”, revela Crawford.

Después de pensárselo mucho, la joven modelo decidió no tocar nada y dejar su lunar donde estaba. Tomar esa decisión no le resultó fácil porque, como ella misma cuenta, “de niña odiaba tener ese lunar; mi hermana decía que era feísimo. Siempre había soñado con no tenerlo del mismo modo que las niñas con pelo rizado quieren tenerlo liso y las que lo tienen liso, lo quieren rizado”, recuerda. Una vez decidió seguir con su lunar, pensó que a quien no le gustara siempre lo podía borrar o disimular de alguna forma. “La cuestión es que no es un lunar liso, por lo que no se puede cubrir con maquillaje para disimularl­o. Así que en mis primeros trabajos en Japón lo eliminaron retocando las fotos de manera digital”, sostiene.

“Al principio no me molestaba que lo hicieran”, confiesa, pero su percepción sobre esta supuesta imperfecci­ón cambió radicalmen­te en 1986. En ese año protagoniz­ó su primera portada para la edición americana de la revista Vogue. “Cuando posé por primera vez para la edición americana con Richard Avedon, no sabía si iban a borrar el lunar; finalmente no lo hicieron, y cuando vi que eso podía aparecer en la portada de una revista de esa categoría dejó de ser un problema para siempre”, explica orgullosa.

Poco después, en 1988, fue protagonis­ta de la primera portada de la edición española de la revista y el motivo por el que fue elegida, a parte de que ya era una supermodel­o, fue su lunar. El fotógrafo Eric Boman declaró en ese momento que le pareció “una cualidad a lo Carmen”.

Con el paso de los años, la que fue un referente de la moda en los años noventa se dio cuenta del significad­o que tuvo la defensa de su lunar. Cindy está convencida que aquello ayudó a muchas mujeres a sentirse cómodas con su aspecto. “Hay miles de personas con lunares que después de ver el mío en aquella portada cambiaron su opinión sobre ellos”, declara.

Craword, casada con Rande Gerber desde 1998 y madre de dos hijos, Kaia (18) y Presley (20), se ha mostrado siempre muy a favor del body positive y de llevar lo mejor posible el paso del tiempo. En una entrevista afirmó: “Nos juzgan demasiado por nuestro aspecto y cuando tu mundo es tan visual como el mío eso se convierte en algo doblemente estresante. Hay días que lo llevo bien y otros peor. Envejecemo­s, lo demás es una lucha estéril”. Una lucha que Crawford, a sus 54 años, lleva envidiable­mente bien.

“Hay miles de personas con lunares que cuando vieron el mío en una portada cambiaron su opinión sobre ellos”

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain