Sus 1.200 dólares, en nombre de Trump
El nombre del presidente de EE.UU. aparecerá excepcionalmente en los cheques anticrisis que están a punto de recibir millones de familias
Filetes de carne marca Trump, vodka (Éxito destilado), ropa de caballero, desodorantes (perfume Imperio o Éxito), su propia versión del Monopoly y, por supuesto los edificios de apartamentos, hoteles y campos de golf. No todos triunfaron (muchos sólo se encuentran ya en ebay) pero los productos del emporio empresarial del ahora presidente estadounidense, Donald Trump, llevaban grabado en letras doradas las cinco letras de su apellido.
“Tienes que poner tu nombre en las cosas porque si no nadie se acuerda de ti”, comentó el presidente Trump cuando hace dos años visitó junto a Emmanuel Macron la mansión de Mount Venrnon, la histórica residencia de George Washington, el primer presidente de Estados Unidos, sorprendido porque no le hubiera bautizado en su propio honor. “Si hubiera sido listo, le habría puesto su nombre”, dijo de acuerdo con tres fuentes consultadas en su día por Politico, sorprendidas porque Trump pareciera olvidar que el apellido del primer presidente estadounidense y héroe de la guerra de la independencia da nombre a la capital federal, un estado...
Lo que no se le ha pasado por alto al presidente Trump es la oportunidad que representan, para que no se olviden de él, los cheques anticrisis que millones de estadounidenses están a punto de recibir patributaria. ra ayudarles a lidiar con las consecuencias económicas del coronavirus. En una decisión sin precedentes, el nombre del presidente de Estados Unidos aparecerá impreso en el documento, según avanzó un funcionario del IRS (Servicio de Impuestos Internos, la agencia tributaria del país) a varios medios de comunicación.
Gran parte de los 2,2 billones de dólares del plan de estímulos aprobado en marzo por el Congreso está dirigido directamente a los contribuyentes, para aliviar por la vía rápida las consecuencias inmediatas de una crisis que en sólo dos semanas dejó 10 millones de nuevos parados en Estados Unidos. De momento se ha acordado ayudar a cada contribuyente con 1.200 dólares, más 500 dólares por hijo menor de 17 años, con un tope máximo en función de la renta.
La mayor parte de las familias está recibiendo el dinero a través de la cuenta bancaria que utilizan para sus transacciones con la agencia Pero aquellos de rentas más bajas o que no están obligados a hacer la declaración de impuestos recibirán el dinero a través de un cheque físico. Se calcula que de aquí a septiembre se harán alrededor de 60 millones envíos.
La primera intención de Trump, según publicaron en su día The Wall Street Journal y otros diarios, era firmarlos, pero el presidente no está autorizado a aparecer como signatario de los desembolsos del Tesoro. Como ha ocurrido siempre hasta ahora, será finalmente un funcionario del Tesoro quien suscriba el documento. La novedad estriba en que esta vez en el epígrafe del concepto del cheque, además de la frase “Pago por impacto económico” aparecerá la inscripción “Presidente Donald J. Trump”.
A raíz de la presidencia de Richard Nixon se reformaron los protocolos internos del IRS con el objetivo de impedir que los impuestos sean un instrumento político. En el 2001 ya fue un escándalo que la administración Bush incluyera el nombre del programa de estímulos económicos en el cheque por considerarlo electoralista.
La decisión de la Casa Blanca de estampar el nombre del presidente Trump en los cheques es “un abuso de los recursos del gobierno”, se ha quejado el presidente del PMA, el sindicato que reúne a los supervisores de la agencia tributaria, Chad Hopper, en The Washington Post. Hopper asegura que este cambio de última hora “se traducirá en un retraso” en el envío de los cheques. El IRS ha negado tajantemente esa posibilidad y asegura que las cartas empezarán a salir a principios de la semana que viene.
La idea de hacer pagos directos a los contribuyentes partió de los senadores republicanos Mitt Romney y Josh Hawley, inspirados en parte por una iniciativa similar del 2008 impulsada entonces por Bernie Sanders. La Casa Blanca abrazó de inmediato la idea, al igual que los demócratas. A menos de seis meses de las elecciones, pronto quedó claro que el riesgo de que el presidente tratara de politizar la ayuda y atribuirse el mérito del apoyo con dinero federal a los trabajadores para que no le olviden en noviembre.
“Parece que Trump cree que esta crisis gira en torno a él, a sus deseos, sus necesidades, sus enemigos”, criticó el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer. “Trump primero, América segundo”, “él primero, tú segundo, siempre” añadió el senador Chris Murphy. Los republicanos, que hace unas semanas bromeaban con que Trump querría firmar los cheques, callan.
Poner el nombre del presidente es “un abuso de los recursos del Gobierno”, afirma un sindicato federal
Los estadounidenses de rentas más bajas recibirán la ayuda federal mediante un cheque en papel