Los veteranos piden a Putin que aplace el desfile del día de la Victoria
El gran desfile militar del 9 de mayo, con el que Vladímir Putin quería recordar al mundo el decisivo papel del ejército soviético en el 75 aniversario de la victoria contra la Alemania nazi, puede verse también arrasado por el coronavirus. Las organizaciones de veteranos le pidieron ayer que posponga las celebraciones para mejor ocasión.
A pesar del avance de la pandemia, Rusia ha preferido mantener la celebración del día de la Victoria en espera del avance de la Covid-19, aunque desde hace tiempo estaba claro que se celebraría sin la presencia de los veteranos de la Segunda Guerra Mundial y sin público en las calles. El virus se ha acelerado en los últimos días. Ayer se marcó un nuevo récord, con 3.388 casos en 24 horas, lo que eleva el número de infectados en Rusia a 24.490. Hasta
el momento, hay 198 fallecidos.
Ante la indecisión en el Kremlin, las asociaciones de veteranos dieron un paso al frente y ayer pidieron a Putin que cambie la fecha, explicó el diputado Vladímir Shamánov, que dirige una de ellas y, además, preside la Comisión de Defensa de la Duma. “Desgraciadamente, por la situación en el mundo es imposible ofrecer garantías de seguridad para la salud este 9 de mayo”, explicó.
Por ese motivo los veteranos de la Gran Guerra Patria (como aquí se la llama) se dirigieron ayer al líder ruso. “Le pedimos que tome la difícil, pero creemos justa, decisión de celebrar el desfile en otra fecha, cuando la parada militar no suponga una amenaza, sino un verdadero triunfo de la paz y seguridad de todos los participantes”, se lee en el escrito dirigido al presidente.
Por el coronavirus, Putin ya ha tenido que aplazar la votación popular sobre la reforma de la Constitución, que estaba fijada para el 22 de abril. Entre otros cambios, esta reforma le permite presentarse a la reelección en el 2024 al eliminar para él el límite de dos mandatos presidenciales consecutivos.
Hace varios días el Ministerio de Defensa inició los ensayos para el desfile del día de la Victoria de Moscú, en el que suelen participar miles de militares y cientos de vehículos militares, incluidos tanques de época o los misiles más modernos, y donde el presidente ruso ofrece un discurso desde la tribuna de la plaza Roja. Ayer mismo se cerró el cielo sobre Moscú debido a las maniobras de los aviones y helicópteros que tomarán parte.
La dotaciones militares de otras regiones también se preparan para los desfiles de ese día. Salvo en una de ellas. El gobernador de Omsk, Alexánder Búrkov, se adelantó al Kremlin y suspendió el desfile en esa provincia de Siberia.