Casado sostiene que a Sánchez “sólo le importa el poder”

La oposición no percibe de buen grado las apelaciones a la unidad de Pedro Sánchez a juzgar por el duro tono que tanto los dirigentes del PP como los de Vox utilizaron ayer contra el Gobierno durante la primera sesión de control desde que arrancó la crisis del coronavirus. Pablo Casado fue muy duro con el presidente, a quien acusó de teatralizar con su voluntad de buscar un acuerdo. “No nos venda su teatro de guiñoles para que todos seamos responsables de su gestión. A usted sólo le importa el poder, y a nosotros, los españoles”, le espetó el líder del PP, que no se ha movido ni un milímetro de su posición inicial desde que Sánchez lanzó la propuesta para unos nuevos pactos de la Moncloa: “Los populares están a favor del diálogo, pero en el Parlamento, con luz y taquígrafos”, añadió. Aún más contundente resultó la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, durante su interrogatorio a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. La popular habló de “tragedia”, de “fracaso radical” y de “orfandad social” y trató de arrancar a Montero, aunque sin éxito, una respuesta a la pregunta “¿por qué España es el país con más muertos por habitante?”. La portavoz popular enojó a Montero, quien le replicó que su discurso “desacredita absolutamente la posición de su grupo”, al tiempo que la acusó de “competir con Vox”. Pero el tono de la secretaria general del grupo de ultraderecha, Macarena Olona, fue aún más contundente que el de Álvarez de Toledo. Durante su turno de preguntas a Pablo Iglesias, Olona afeó al vicepresidente segundo su supuesto chavismo: “Su régimen es Venezuela y está siguiendo los pasos de Hugo

Chávez: destrucción de nuestra nación, control de los servicios de inteligencia, control de los medios de comunicación, prostituyendo TVE, y eliminación al disidente”. Unas acusaciones que Iglesias ni siquiera se molestó en contestar para “no perder ni un segundo en medio de una crisis como la del coronavirus”. Y ya fuera del hemiciclo fue el líder de Vox, Santiago Abascal, quien le hizo el último feo del día a Sánchez al no cogerle el teléfono para la ronda de contactos en Moncloa a la que el presidente ha invitado a todos los líderes políticos.