Los hospitales catalanes empiezan a reprogramar actividades urgentes
La consellera de Salut, Alba Vergés, explicó ayer que se empiezan a reprogramar algunas actividades urgentes al margen del coronavirus que no pueden esperar más. Son actuaciones que si no se ejecutan comportarán un “agravamiento” del estado de salud de las personas afectadas. “No podemos dejar atrás cosas urgentes y no demorables”, insistió Vergés, que ha defendido la necesidad de seguir rebajando la tensión del sistema para poder recuperar operaciones que no se pueden retrasar más. La consellera añadió que se está haciendo de forma planificada e irá en función de cómo se controle la epidemia.
Ahora mismo hay 2.081 camas de UCI en Catalunya, 1.756 para pacientes con coronavirus, de las cuales están ocupadas 1.361. Por primera vez se está por debajo del 80% de ocupación en los últimos días, y a pesar de que la situación sigue siendo “de estrés máximo” y que hay que rebajarla para poder atender otras patologías y también para planificar bien el desconfinamiento. En relación a los EPI de los sanitarios, Vergés admitió que se están reutilizando batas, gafas y mascarillas FFP2 y FFP3, después de su desinfección, como “un proceso de optimización del material que se puede usar varias veces”. En la relación al nuevo recuento de mortalidad, aseguró que mañana Salut empezará a hacer públicos los nuevos datos, que incluirán las muertes notificadas por las funerarias y no sólo las registradas en los hospitales.
Por otra parte, una juez de Martorell ha pedido en el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) que asuma la denuncia de un particular (por un presunto delito de homicidio por imprudencia grave) contra el presidente Quim Torra, y a la consellera Vergés por rechazar la apertura de un hospital de campaña que la Guardia Civil montó en Sant Andreu de la Barca. Ahora la sala tendrá que decidir si la admite a trámite. Ayer, Vergés se mantuvo en su posición de no hacer uso de las instalaciones.