Las aerolíneas estadounidenses pactan un rescate de 25.000 millones
Las compañías deberán devolver el 30% al Gobierno, que devendrá en accionista
Las principales compañías aéreas de Estados Unidos llegaron ayer a un acuerdo con el Gobierno federal para recibir un rescate total de 25.000 millones de dólares, un respaldo sujeto a condiciones para capear la crisis del coronavirus hasta al menos el 30 de septiembre.
La cantidad concedida a cada aerolínea está basada en el coste total de su masa salarial y beneficios sociales (seguro médico, entre otros) entre los meses de abril y septiembre del 2019. En contra de lo que esperaban los directivos de las compañías cuando este fin de semana se sentaron a hablar con el Tesoro, no todo el rescate será a fondo perdido. Un 30% de las ayudas concedidas se cobrará en forma de préstamos reembolsables. A cambio del capital público, el Gobierno federal obtendrá warrants, títulos corporativos similares a las opciones de compra por el equivalente al 10% del total de la ayuda concedida obtenida, lo que convertirá de facto al Estado en accionista minoritario de las aerolíneas.
Tras varios días de negociaciones, diez de las doce grandes aerolíneas del país han llegado a acuerdos con el Tesoro para beneficiarse de las ayudas, incluidas en el plan de estímulos económicos de 2,2 billones de dólares aprobado el pasado mes por el Congreso. American Airlines, por ejemplo, ha pactado recibir 5.800 millones de dólares, 4.100 millones en ayudas a fondo perdido y 1.700 millones en forma de préstamo a bajo coste. En paralelo, recurrirá a la línea de créditos blandos abierta por el Tesoro a todas las grandes compañías afectadas por la crisis.
Las ayudas permitirán “apoyar a los trabajadores americanos y preservar la importancia estratégica de la industria aérea al tiempo que se ofrece una compensación apropiada a los contribuyentes”, celebró el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en un comunicado. Delta ha llegado a un acuerdo para recibir 5.400 millones de dólares, United, de alrededor de 5.000, y Southwest, de unos 3.200 millones. Las negociaciones continúan con otras compañías, como el operador low cost Spirit.
Las empresas han tenido que asumir algunos compromisos a cambio de las ayudas. El más importante, renunciar a hacer despidos o reducir el sueldo a los trabajadores hasta el uno de octubre y reducir la remuneración de sus directivos hasta marzo del 2022 y no podrán pagar dividendos ni hacer recompras de acciones hasta, como pronto, septiembre del 2021. “Este es un paso esencial, pero sólo uno de los muchos que serán necesarios para pasar los próximos meses”, declaró el consejero delegado de Delta, Ed Bastian, que recordó que se enfrentan a una caída del 95% de la cifra de pasajeros. El sindicato Air Line Pilots Association, por su parte, criticó el enfoque del plan: “Tratando parte de las ayudas como préstamos hará más difícil evitar despidos y ralentizará la recuperación”, vaticinó.
La crisis del coronavirus es el mayor golpe para el sector aéreo mundial desde los atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001. En Estados Unidos, la pandemia ha supuesto un abrupto punto y final a una década de crecimiento e inversiones. En cuestión de días, el desplome de la demanda interna, la avalancha de cancelaciones y las restricciones a los viajeros internacionales se han traducido en una reducción del 80% de sus operaciones, según datos de la patronal Airlines for America. Muchos de los vuelos que siguen operando lo hacen semivacíos.
Las ayudas recibidas equivalen al coste de la masa salarial de cada aerolínea entre abril y septiembre del 2019