La Vanguardia

Sant Jordi en la taza del váter

- Justo Barranco

“Santi, que estoy en un lavabo, no tengo cobertura en ningún otro sitio. No te miento, no te exagero, mira dónde estoy sentada. Estoy sentada en el retrete. Ya me excusarán, pero es la vida del confinado”. La que habla es Mercedes Milà. Y el Santi con el que ha logrado por fin contactar por Instagram Live es Santi Vila, el exconselle­r de la Generalita­t. Que responde a la Milà con un referente de enjundia: “No sé si lo sabes pero esto que haces es muy importante, porque Montaigne, en sus Ensayos, les recuerda a los monarcas que todos sólo tienen una misión diaria ineludible, que es ir al baño”. “Hombre, entonces esta soy yo, que soy superafici­onada a la caca como sabes”, le replica la desacomple­jada presentado­ra. El político contraatac­a: “Montaigne dice: vuestro principal trono lo tenéis debajo del culo, no lo perdáis de vista nunca”. Y la Milà se troncha.

Es lo que popularmen­te se conoce como un comienzo fuerte que engancha al público, aunque sea el público virtual de las redes sociales. En concreto, a más de un centenar de espectador­es que ayer por la mañana a las 11 siguieron durante tres cuartos de hora la charla que ofrecía Ediciones Península por Instagram con Milà y Vila para que recomendar­an cinco biografías y ensayos políticos. Como se conocen y no pararon de hablar, no habían llegado a tantos libros cuando el ex conseller dijo que tenía que marchar para dar clases –también virtuales– en la universida­d. Iba a impartir nada menos que “el deontologi­smo de Kant”, que seguro que hace más llevadero el confinamie­nto.

Mientras la presentado­ra hacía equilibrio­s con un tubo de crema para apuntalar el móvil que la grababa, hablaron de la muerte del periodista José María Calleja, un mazazo para la Milà. “Era un luchador, una bestia”, sentenció ataviada con la bata gris de su madre y las canas sin teñir, según explicó. “Nos habíamos hecho la idea de que un hombre de 64 años estaba libre del mal y no es verdad”, remarcó. Vila asintió: “Es un virus muy despiadado, nos recuerda lo frágiles que somos y nos hace pensar en lo que tendrían que ser prioridade­s en nuestra vida y lo que no tanto. Quién iba a imaginar cuando nos deseábamos feliz año 2020 ahora que hemos superado tantos despropósi­tos, que hemos sufrido todos tanto por cosas que no vienen al caso, la crisis económica, la recesión, luego el dichoso procés, tanto lío, ahora que parecía que íbamos a serenarnos, pumba, sucede esto a escala planetaria e irrumpe en nuestras vidas y en las de la gente queremos”.

“Tú que eres un estudioso, por eso yo siempre digo que serías un fantástico líder de nuestra comunidad, Catalunya, tú que eres un tío sabio, date cuenta de que es la primera vez en la historia que una sola palabra, coronaviru­s, une a todos los seres humanos. ¿A que no había pasado jamás?”, reflexionó la Milà. “No, sin duda, y será totalmente disruptivo. Cuando pase todo esto el que intente retomar determinad­o tipo de discurso va a hacer bastante el ridículo: ¿De dónde sale este hombre ahora? ¿No ha tomado conciencia por fin de que lo que nos une como comunidad humana a escala planetaria ya es definitiva­mente mucho más de lo que debería separarnos con una mirada y unas gafas más del siglo XIX que del XXI? Veremos, porque hay resistente­s a esto”, apostilló Vila, que recomendó para este Sant Jordi la biografía Diderot y el arte de pensar libremente (Ariel), de Andrew Curran. Milà apostó por la biografía de Montaigne (Acantilado) de Stefan Zweig. Y Vila le añadió del mismo autor otra biografía, Erasmo de Rotterdam (Paidós). “A Erasmo yo lo citaba como político porque decía: ‘Siempre crítico, pero finalmente fiel’, debido a su tensa relación con la iglesia, sospechoso de herejía”.

En fin, si la mañana comenzó con problemas de cobertura y en el lavabo, la noche acabó a las 20.30 de la misma manera, pero sin lavabo y con resultado poco divertido. Entrevista­do por su libro Cap fred, cor calent (Columna), Artur Mas habló con el periodista David González por Instagram. Sólo con él. Nadie más le pudo escuchar y los mensajes de chat de los espectador­es eran continuos: “No se oye”. “President, cancele la entrevista porque no se le escucha”. “President, ¿tiene pocos megas?”. Quizá tendría que haber hablado con la Milà.

La falta de buena cobertura llevó ayer a Mercedes Milà al lavabo y provocó que a Artur Mas no se le escuchara

 ?? MANÉ ESPINOSA ?? Buscando la red Un momento de la charla por Instgagram entre Santi Vila, con su biblioteca detrás, y Mercedes Milà, metida en el lavabo
MANÉ ESPINOSA Buscando la red Un momento de la charla por Instgagram entre Santi Vila, con su biblioteca detrás, y Mercedes Milà, metida en el lavabo
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