La trastienda del paraíso mallorquín
Toni Bestard estrena en Filmin ‘Pullman’, un “viaje iniciático hacia un futuro incierto”
El cineasta mallorquín Toni Bestard tenía pensado estrenar su tercer largometraje, “una película de autor, pequeñita”, en algunas salas de cine el próximo mes de mayo, pero “debido a la situación tan surrealista que estamos viviendo”, Pullman aterriza hoy en exclusiva en Filmin para amenizar al espectador confinado con el singular “viaje iniciático hacia un futuro incierto” de dos niños que se escapan de casa durante un día de verano. Daren, de origen africano y mal estudiante, y Nadia, una niña rubia responsable procedente de Europa del este, residen en los apartamentos Pullman de Cala Major, un edificio colmena que en los años setenta gozaba de prestigio, en los noventa empezó a cosechar mala fama al relacionarse con casos de delincuencia y tráfico de drogas y en la actualidad acoge a familias trabajadoras con sueldos precarios que viven sobre todo del turismo de ocio de la zona.
La película parte del corto El viaje, dirigido por Bestard en el 2002 con guion de Arturo Ruiz Serrano que seguía las aventuras de dos niños residentes en el extrarradio de Madrid. “Quería volver a la historia y expandir su universo”, comenta por teléfono a La Vanguardia el director y coguionista, que ha vuelto a contar con Ruiz en la escritura de este nuevo texto ambientado ahora en la isla balear. Para Bestard, lo más importante era “aproximarme a la Mallorca de contrastes que quizás mucha gente desconoce a través de la mirada inocente y libre de prejuicios de los niños. Transmitir a raíz de un viaje de diversión y descubrimiento esa Mallorca oculta para adentrarnos un poco en la trastienda del paraíso”.
Y es que los apartamentos Pullman están exactamente a 600 metros del Palacio de Marivent, la residencia veraniega de los Reyes de España, cuya entrada observan con atención los protagonistas durante su escapada. “Me parecía fascinante reflejar en tan pocos metros opulencia y ‘marginalidad’”, explica.
El filme combina con acierto momentos de drama y de comedia y está dirigido a una audiencia familiar. “Cuando empecé a preparar la película, quería que la pudiera disfrutar mi hija de 13 años... y me ha dicho que le ha gustado, concluye orgulloso”.