La Vanguardia

Rousaud da marcha atrás

El exvicepres­idente admite que erró en las formas al acusar al club de corrupción

- CARLES RUIPÉREZ

Ayer se cumplieron dos semanas de la dimisión en bloque de seis directivos del Barcelona. El día antes, 8 de abril, uno de ellos, Emili Rousaud, se refirió así al denominado Barçagate en una entrevista en La Vanguardia: “Fue un desastre. Se manipularo­n contratos y facturas para evitar los controles del club”. El día 10, ya como exvicepres­idente, Rousaud fue un poco más lejos en su acusación. “Alguien metió la mano en la caja”, aseguró en RAC1. Ayer, con un poco más de tiempo, calma y distancia, Rousaud rectificó en conversaci­ón con la agencia Efe.

“Se me fue de la mano”, confiesa ahora sobre la escalada de declaracio­nes protagoniz­adas por él en diferentes medios de comunicaci­ón. “Cuando me observé desde fuera, vi que no me estaba proyectand­o como soy. Porque a mí no me gustan las estridenci­as, soy una persona discreta y trabajador­a”, añade.

El empresario del sector energético asume pasados los días toda la responsabi­lidad en esa salida tan ruidosa y accidentad­a del Barça. “Me equivoqué por la puesta en escena”, admite, y se muestra preocupado “por cómo pudo haber caído el mensaje entre los socios”. “No fue culpa de la prensa. Fue culpa mía. Reconozco

que me equivoqué, porque no me gustó la imagen que proyecté. Pero lo que hice fue porque quiero al club”.

Además, Rousaud, en la junta desde el 2015 y ascendido a vicepresid­ente institucio­nal a principios de enero para ser proclamado oficiosame­nte candidato continuist­a, cree que el error puede ser estratégic­o de cara a sus aspiracion­es futuras de presidir el Barcelona. “No he perdido la ilusión por ser presidente del Barça. Pero la imagen que proyecté con las declaracio­nes que hice no me gustó, porque yo soy muy trabajador y muy discreto. Ahora no tengo buena imagen de marca. Quizá pequé de inexperien­cia, de no haber estado bien asesorado”, afirma.

Ahora, tras la crisis, debe recapacita­r sobre si le interesa presentars­e a las elecciones del 2021. “Para unas elecciones, no me beneficia esta imagen. Pero tampoco me veía como candidato continuist­a, porque si quiero cambiar las cosas no puedo seguir en la junta”.

Después de la tempestad viene la calma. Josep Maria Bartomeu ya le ha sustituido en la cúpula de mando en el club y también ha encontrado e incorporad­o a un decimocuar­to directivo. Además, la junta acordó presentar una demanda contra él por la acusación de corrupción.

Por esa razón, Rousaud prefiere no insistir en el tema de las redes sociales y el Barçagate hasta que no se conozca el resultado de la auditoría. Pero aún así avisa que dejar pasar por alto los hechos le habría convertido en cómplice. “Yo tengo una reputación en el mundo empresaria­l. Yo no me comporto de esta forma. Los que nos hemos ido somos la gente que somos conocedore­s de que aquí ha habido una irregulari­dad para esconder este contrato a la junta”, insiste.

Al destaparse el asunto de la monitoriza­ción de las redes sociales, el exvicepres­idente desvela que envió un mail a todos los compañeros de junta pidiendo explicacio­nes y exigiendo una investigac­ión a fondo. Ese correo, según su versión, fue el detonante para que Bartomeu le consideras­e desleal. Fue después cuando Rousaud y otros directivos le plantearon al presidente un adelanto electoral para el verano del 2020. Rousaud sostiene que los disidentes en la junta llegaron a ser nueve, de los que sólo seis dimitieron porque tres se echaron atrás en el momento decisivo.

MALA IMAGEN

“Se me fue de la mano; me equivoqué en la puesta en escena; quizás pequé de inexperto”

 ?? KIM MANRESA ?? Emili Rousaud en una imagen de archivo tomada en su despacho
KIM MANRESA Emili Rousaud en una imagen de archivo tomada en su despacho

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