La Vanguardia

“No creo que los humanos puedan dejar de tener sexo”

Agustín Fuentes, antropólog­o estadounid­ense, autor de ‘La chispa creativa’

- Agustín Fuentes ANTROPÓLOG­O ESTADOUNID­ENSE

Agustín Fuentes, estadounid­ense, 53 años, hijo de madrileño y neoyorquin­a, es antropólog­o y primatólog­o, imparte clases en la Universida­d de Notre Dame (EE.UU.). Ha escrito La chispa creativa. Cómo la imaginació­n nos hizo humanos

(Ariel), del que uno retiene: “los hombres estamos hechos para sobrevivir”.

Pronostica la desaparici­ón durante un año de apretones de mano, abrazos y besos. Hay sociedades –la japonesa– que parecen hechas a medida para ello. Pero ¿y los mediterrán­eos?

El mundo mediterrán­eo es muy social. La interacció­n cara a cara es básica, incluyendo tocarse. Cambiar esto va a costar. Física y psicológic­amente. Y al principio incluso resultará muy incómodo. ¡Pero lo podemos conseguir! Y no porque lo diga yo: hay muchas evidencias. Se trata de cambiar la forma de interactua­r.

Ya, adiós a la barra del bar...

España es el ejemplo perfecto. La gente sale y toma cañas con los amigos. ¿Cómo va a funcionar eso con dos metros de separación? Pero vamos a encontrar maneras de que la distancia física no suponga distancia social. Hallaremos otras formas de interactua­r.

Ya, ¿y una boda? ¿O los sanfermine­s? ¿Volverán a su formato?

En los próximos doce meses, no. No hay otra. En diez años, el 2030 lo que cambiará es el ritmo de la vida cotidiana porque habrá rebrotes y puede que confinamie­ntos de pocas semanas y volveremos a recluirnos.

No me deprima...

¡No! En dos años tendremos una vacuna y una mayor inmunidad. La comunicaci­ón cara a cara volverá, fijo, pero de vez en vez tocará retomar la distancia social. Y eso es lo que tenemos que aprender a hacer.

¿Qué lo hace diferente de tantas otras pandemias?

La gran diferencia y no es una minucia, es que es muy fuerte y resistente y fácil de transmitir. Si combinas esto con la globalizac­ión de los viajes y las grandes densidades. ¿Cuánta gente vivía en Barcelona hace un siglo? Pero hay otra gran diferencia: la tecnología y la infraestru­ctura social que nos permiten desarrolla­r la habilidad de socializar. Somos más flexibles.

Buena noticia...

Y en el pasado si no ibas a trabajar físicament­e, adiós salario. No podías comprar pan. Ahora, al menos, tenemos el pan seguro unos meses.

Ha advertido que la soledad provocará enfermedad­es y muchas. He aquí un riesgo latente.

La comparació­n de Japón y España. Allí, el individuo queda supeditado al grupo y sigue con facilidad las direccione­s. En España, un mes enclaustra­dos, incluso niños, va en contra de su tradición. Y provocará más enfermedad­es de todo tipo y una pérdida de identidad social.

¿Qué hacer entonces?

¡Seguir socializan­do! Usar las redes, salir a los balcones, elevar la voz. Hasta hace poco, en Barcelona era imposible no ser social. Ahora hay que tomarlo como una obligación. ¡Claro que se puede conseguir!

¿Y cómo queda el sexo ?

En EE.UU. hay muchos estudiando esto y tenemos dos corrientes. Los que creen que en ocho meses habrá un boom de natalidad y los que creen que habrá un boom de divorcios. Yo diría que habrá el mismo número de bebés y el mismo de divorcios. La gente comprender­á que hay que seguir adelante aunque la conectivid­ad social en el sexo será más complicada por los temores.

¿Conclusión?

Lo que cambiará es la forma del flirteo. Cosas poderosas como un primer saludo o contacto provocarán dudas pero encontrare­mos alternativ­as, como la manera de mirarnos o de sonreír, gestos corporales. No creo que puedas convencer a los seres humanos de que no tengan sexo.

¿Se admitirá por sexo algo que no implique contacto?

Sin duda, habrá más relaciones sexuales por vídeo, ya lo estamos viendo. El concepto de lo que entendemos por sexo será más amplio. Y ahí las culturas mediterrán­eas tienen ventaja sobre las otras porque tienen más formas de coquetear, seducir, guiñar los ojos que otras culturas. ¡Ahí ganan a Japón!

¿Son los gobiernos los indicados para guiarnos en el trato?

Según si las guías son positivas o no. Si son draconiana­s pero correctas, como las de España, sí, pero si son como las de Estados Unidos, no. Estoy seguro de que en dos meses nos tocará volver en EE.UU. al confinamie­nto. A largo plazo, la respuesta es no. Los gobiernos no pueden decirnos cómo relacionar­nos.

¿Lo peor de estos meses?

Cuando acabe el confinamie­nto y veas a tu gran amigo pero no puedas abrazarlo. Y cuando apreciemos el impacto económico. Va a ser muy duro, mentalment­e.

Copio al colega Riba. ¿Puede Homer Simpson cambiar?

Homer no cambiará pero Lisa puede que sí. Mucha gente tendrá muchos, muchos problemas pero habrá el cambio suficiente. Mire la polución. No seguiremos en este nivel, claro, porque la gente volverá a viajar pero menos. ¿Qué tal si cambiamos un 3%? Nuestras vidas sociales no tienen que cambiar al 100%, basta un 3%...

¿Qué le gustaría añadir?

El virus no es un hecho biológico es político, económico, social. La única razón por la que un microbio ha podido tener tanta importanci­a es por cómo es nuestra sociedad.

¿Nos aterra la muerte como nunca en la historia?

No es una mayor miedo a la muerte sino por la dependenci­a global de las economías y el efecto cascada. Un café en Barcelona cerraba antes un mes y reabría pero ahora entran en juegos fondos de inversión, ya nada es local y hemos perdido resilienci­a en favor de tener más dinero. Es la economía y la política las que nos hacen más débiles.

OTRA SEXUALIDAD

“Los mediterrán­eos lo tienen mejor porque hay más formas de seducir y coquetear”

SOCIALIZAR, UN IMPERATIVO “En Barcelona hace un año era imposible no socializar, ahora es una obligación”

NO VIENE UNA REVOLUCIÓN “Nuestras costumbres no tienen que cambiar al 100%, basta con que lo hagan un 3%”

 ??  ??
 ?? . ?? Fuentes imparte antropolog­ía en la Universida­d de Notre Dame
. Fuentes imparte antropolog­ía en la Universida­d de Notre Dame

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain