La Vanguardia

Mejor no te burles del virus

Insultado en las redes el muerto de coronaviru­s que dudó del contagio

- FRANCESC PEIRÓN Nueva York. Correspons­al

Lisa Mcdaniel se ha propuesto rescatar la memoria de su marido. “Las palabras no pueden contener toda la emoción que experiment­amos la familia de John W. Mcdaniel”, arranca la carta en la que ella anuncia una decisión triste, que se suma a la ya dolorosa desaparici­ón.

Si algo ha traído consigo el impacto del coronaviru­s es esa doble tragedia de la muerte de seres queridos y la imposibili­dad de darles una despedida adecuada, de consolarse con el último adiós.

El denominado enemigo invisible se ha llevado al otro mundo a más de 50.000 estadounid­enses, cifra que se superó el viernes. Este récord significa el doble de los difuntos de Italia, el segundo país en la lista de bajas.

Detrás de cada número hay un nombre. En este caso, el de John Mcdaniel, de 60 años, vecino y empresario del condado de Marion (Ohio). Falleció el pasado 15 de abril, tras varios días ingresado en un par de hospitales luchando contra el patógeno.

Como tantos otros en esta época de distancia social, los Mcdaniel (la viuda y los dos hijos) convocaron un funeral online.

La carta de Lisa, enviada a los conocidos, amigos y enemigos a través del Facebook de la funeraria Snyder, tenía la finalidad de comunicar que habían desconvoca­do la ceremonia por internet y sustituido por un acto privado.

La familia tomó esta decisión al constatar que su iniciativa había provocado un torrente de mensajes insultante­s, e incluso burlones, de desconocid­os, molestos porque John se había dedicado a difundir en las redes que la Covid-19 era un montaje político.

Hasta que le tocó a él conjugar el verbo morir en primera persona. Esto es el coronaviru­s, una enfermedad ante la que cualquiera se siente ajeno, algo que siempre le sucede a los otros, pero que le puede tocar a cualquiera.

“Durante este tiempo de luto, la historia de John, junto con las primeras suposicion­es que hizo en Twitter y Facebook, se han convertido en noticia nacional”, explica Lisa en su misiva.

“Estas noticias abrieron las esclusas para que las personas compartier­an su propia ira equivocada y especulaci­ones infundadas sobre un hombre que no conocen”, subraya la viuda. Las tribulacio­nes de John Mcdaniel se hicieron virales el 16 de abril, cuando el diario local, el Marion Star, publicó su obituario. Hubo reacciones con críticas muy duras hacia él, al que llegaron a culpar de su propia defunción puesto que se dedicó a difundir comentario­s más que escépticos sobre la enfermedad. En una serie de post, ahora borrados, John arremetía contra el gobernador de Ohio, el republican­o Mike Dewine, por ordenar el cierre de bares, restaurant­es y otros negocios. Calificó de “paranoides” esas restriccio­nes impuestas por motivos políticos.

Lisa replica que todos esos que han atacado a su marido son extraños que no saben toda la historia. Que había cambiado su visión antes de caer enfermo. Así, remarca que John ordenó el 16 de marzo que sus empleados trabajaran desde casa para evitar contagios y que él mismo se autoconfin­ó al saber de su infección.

“Como muchos, John hizo pronunciam­ientos prematuros sin pleno conocimien­to de la severidad de la Covid-19”, añade. “Muchos se han retractado. Sabemos que John, de estar aquí todavía, reconocerí­a la crisis nacional en la que nos hallamos y animaría a todos a quedarse en casa”.

Demasiado tarde.

La viuda desconvoca el funeral online por los mensajes de ira contra su marido, que calificó la Covid-19 de montaje

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain