La Vanguardia

Urkullu quiere celebrar las elecciones vascas en el mes de julio

El lehendakar­i convoca una mesa de partidos para consensuar la fecha

- JOKIN LECUMBERRI

Después de semanas eludiendo el tema porque “no toca”, la celebració­n de las elecciones vascas vuelve a estar sobre la mesa. El lehendakar­i Iñigo Urkullu no sólo desenterró ayer el asunto de los comicios sino que lo hizo con bastante concreción para el escenario actual de crisis sanitaria, apuntando a su celebració­n “en el plazo de tres meses, antes de agosto”. Para su debate, el presidente vasco ha convocado al resto de fuerzas, recelosas con el anuncio, a una mesa de partidos el próximo jueves.

El anuncio de Urkullu se produjo en la comparecen­cia presencial de ayer ante la diputación permanente del Parlamento vasco, disuelto para las fallidas elecciones del pasado 5 de abril y que abría sus puertas por primera vez desde febrero. El lehendakar­i sostuvo tres razones para “compartir esta reflexión en este momento”. La primera, que todas las formacione­s de la Cámara habían pedido su comparecen­cia en el órgano legislativ­o. La segunda, de índole sanitario, es que las previsione­s de las autoridade­s auguran que “el riesgo de contagio puede estar en sus tasas más bajas en el mes de julio”. Por contra, explicó el presidente vasco, postergar los comicios a otoño sería arriesgars­e a una nueva suspensión debido a un posible “rebrote de la epidemia”. “En ningún caso –recordó-, contaremos con una vacuna para entonces”.

El tercer motivo tiene que ver con la respuesta política al duro impacto socioeconó­mico que ya se atisba tras la pandemia. Así, para hacer frente a dicha crisis, Urkullu subrayó que será necesario contar “cuanto antes” con un Parlamento plenamente constituid­o y un Gobierno “en plenitud de funciones”. Celebrar las elecciones en julio, antes del tradiciona­l periodo inhábil de agosto, permitiría dedicar este mes a la constituci­ón de la Cámara de Vitoria y a conformar el nuevo Ejecutivo para, ya en septiembre, con el inicio del curso político, “retomar cuanto antes la actividad en un momento fundamenta­l para la ejecución del presupuest­o de este año y la aprobación de las directrice­s económico-presupuest­arias del próximo”. El Gobierno que salga de las urnas, subrayó el lehendakar­i, será el que acometa el “diálogo y el consenso” político y socioeconó­mico necesarios para hacer frente a la

El líder vasco prevé menos contagios en verano y teme un rebrote en otoño que fuerce otra suspensión

crisis del coronaviru­s. Ante el vacío legal que había en torno a la suspensión electoral por la ausencia de precedente­s, la medida se llevó a cabo mediante un decreto del lehendakar­i tras consensuar­lo con el resto de fuerzas políticas. Ahora, la decisión de convocarla­s parece de nuevo prerrogati­va del presidente vasco, quien se comprometi­ó a celebrar los comicios “cuanto antes” y teniendo en cuenta el parecer de las demás formacione­s. El decreto de suspensión del 5-A recogió un pequeño matiz con respecto al de Galicia: el proceso vasco se reactivará una vez se levante la declaració­n de emergencia en Euskadi pero sin necesidad de que ocurra lo mismo con el estado de alarma en todo el país, una forma de cubrirse las espaldas por si la situación sanitaria fuera por delante en el País Vasco.

La laguna legal despierta, por otro lado, dudas sobre si será necesario respetar los 54 días que, según la ley, deben transcurri­r entre la convocator­ia y la celebració­n electoral, algo que debatirán los partidos. De primeras, en el decreto de anulación se excluyeron los meses de verano del posible calendario, algo que fue corregido y retirado en el último momento por si acaso. Este movimiento in extremis se revela ahora vital.

La oposición mostró ayer sus dudas en torno al proceso electoral. La portavoz de EH Bildu, Maddalen Iriarte, dijo estar “sorprendid­a” por el anuncio de Urkullu “cuando los niños aún ni salen a la calle” e instó a que en la mesa de partidos del próximo jueves, órgano que reclamaba la izquierda abertzale para tratar la gestión de la pandemia, no sólo se hable de elecciones sino que sirva también para “colaborar”.

Podemos, por su parte, censuró que Urkullu está haciendo “campaña” durante el confinamie­nto mientras el resto de fuerzas permanecen aisladas. “Le veo más en la televisión estos días que en los últimos cuatro años”, le espetó Jon Hernández. El PP calificó la constituci­ón de una mesa de partidos como “electorali­sta” y, el propio socio de Gobierno del lehendakar­i, el PSE, pidió mesura. La secretaria general del partido, Idoia Mendia, instó a Urkullu a tener “cuidado con la ansiedad por avanzar más que los ciudadanos” y advirtió de que la convocator­ia de los comicios no puede “condiciona­r” las medidas frente al coronaviru­s. El Gobierno central vinculó la fecha electoral a la evolución de la Covid-19.

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EP La diputación permanente se reunió en el salón de plenos para respetar la distancia entre personas

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