El Hierro, La Gomera y La Graciosa, los primeros
Canarias, con la tasa más baja de contagios por la Covid-19 (12 casos por 100.000 habitantes), planteó ayer un plan de desconfinamiento en cuatro fases –no coincidentes con semanas–, que podría arrancar el lunes si recibe el visto bueno del Gobierno y que distribuye a los ciudadanos en función de si viven en los números pares o impares de sus calles. La excepción son las islas de El Hierro, La Gomera y La Graciosa, donde los ciudadanos podrán salir todos los días debido a que no hay casos activos de coronavirus.
En esta primera fase los canarios podrán salir a hacer deporte en dos franjas horarias: de 5 a 9 de la mañana o de 20 a 23 horas, y en un radio de dos kilómetros si se va a caminar y de cuatro si se va a correr o en bicicleta. También se permitirá ir a la segunda residencia en la isla para el cuidado de animales o huertos y se inicia la apertura del pequeño comercio y negocios como peluquerías.
Los niños podrán salir todos los días aunque cada uno en su horario para evitar el contacto. Los menores de hasta 14 años tienen de la 15 a las 19 horas, mientras que los mayores lo harán de 11 a 13 horas. El portavoz del comité de expertos que asesora al Gobierno de Canarias, Lluís Serra, fue tajante e indicó que “aún no había llegado el momento de que los nietos abracen a sus abuelos”. Según apuntó, el inicio del desconfinamiento tiene que venir con las mismas medidas preventivas que se han seguido hasta ahora: distanciamiento físico, lavado de manos y uso de mascarillas. El plan es “reversible”, de manera que, según dijo Serra, “si va mal se volverá para atrás”. En una segunda fase se permitirá la apertura de los centros comerciales, el culto religioso y los velatorios, con un máximo de 10 personas. Las playas, cines, teatros, museos, restaurantes, bares, cafeterías y alojamientos se contemplan para una tercera fase. Quedan fuera de todo las fiestas y romerías y el ocio nocturno (discotecas).